Shock

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Sumergiendo mi cuerpo en la calentita agua de la bañera, percate como mi cuerpo se alivianaba. hundí mi cabeza sumergiéndola hacia atrás para sentir como mi cabello se expandía detrás de mí espalda haciéndose más pesado. Jugué por unos minutos a aguantar la respiración por tiempos pausados hasta que sentí mi cabeza estamparse con el borde de la tina. Y sin darme cuenta me había quedado dormida sabrá dios por cuantas horas. Mis dedos estaban arrugados como pasas y la piel helada como el polo norte, poniéndome de pie torpemente me precipité ha envolverme en mi toalla para salir del agua lo más rápido que me dio el cuerpo, tanto que la claustrofobia me la empezaba a engullir. Buscando en mi armario ropa cómoda escogí  mi camisón de tiras para estar en casa, no tenía planes para hoy, así que decidí quedarme en casa sin hacer nada. Ya que todavía me siento incómoda, no sé si es porque era la primera vez que me embriagaba de esa manera o simplemente me siento culpable por mentirles a mis padres o quizá por haberle mentido tanta basura a mí pobre organismo que todavía tengo la amarga sensación. Con tanta culpabilidad juraría que todavía tengo resaca, si no fuera porque ya pasaron dos días desde entonces. Nunca voy a entender por qué se me ocurrió la brillante idea de salir y beber ilegalmente. Será mejor que empiece a olvidarme de ese suceso. Y sin haberlo premeditado me quede viéndome en el espejo. mi cara, mi semblante, mi cuerpo, todo de mí estaba desganado, hastiado de la vida que había estado teniendo últimamente, ya lo estaba empezando a notar desde hace unos meses atrás. Sabía que necesitaba un cambio radical en mi vida, estaba segura que no había venido a este mundo para ser una persona amargada como lo había estado siendo siempre. Muy pronto tendría que acabar con esto, ya no lo soportaría más.
No quería tener más está vida. Acabando de secar mi cabello arduamente con el secador, salí del baño ignorando mis pensamientos fantasmas tan torturadores. Acercándome al ventanal comencé ha cerrar las persianas pero cuando ya estaba a punto de hacerlo mis ojos captaron algo que llamó mi atención. Deje caerla por completo y Abrí la persiana con mis dedos por el delgado metal, Vi como la casa desocupada de al frente, le esperaba enfrente el camión de la mudanza. personas salían de este sacando cajas del camión para luego depositarlas dentro. En seguida un auto llegoestacionándose en el garaje. Por el cual salió un chico de cabello negro de piel cobriza, no logre verle bien el rostro pero era muy apuesto y músculo, me daba la impresión como si lo conociera de algún lugar, pero no lograba recordar de dónde, había algo que me .. ¿pero que estoy haciendo? ¿Desde cuando me convertí en una husmeadora entrometida que espía a sus vecinos? Refunfuñando recapacite. por cierto, algo que debería hacer más de seguido desde ahora. Me deslice en el edredón rápidamente calmando el frío que había cogido. Me metí debajo de las mantas para empezar a ver las series que no había acabado de ver, ley unos cuantos libros y le eché una ojeada a las revistas de moda de Bethany para al fin, caer en un ensueño.

—Levanta cariño, ya es hora de regresar ha estudiar.- dijo mi madre con una voz cantarina y entusiasmada mientras que abría las persianas. Ahora ya entiendo de donde viene la molesta costumbre. resople poniéndome la almohada encima de mi cabeza tapándome de La Luz.

—¿No conocen una mejor forma de despertar a las personas?-

—Nicole Bradley! No me obligues hacer algo que tu no quieras.- sermoneo con su voz autoritaria enfrente de mi cama.

—Como que ? ¿Como ir al colegio? Eso lo hago desde los seis años. No es nuevo para mí.

Abri un ojo y luego se me cerro, articule palabras incoherentes sin poder despertarme, y volví a entrar en un profundo sueño de unos segundos. Pero en el momento menos pensado sentí un tirón en las sabanas dejándome descubierta, Quitándome las sábanas y las almohadas por completo, sentí el la corriente de aire frío que se entro por mi cuerpo despabilándome. Me arrastro de un pie a la mitad de la cama, hasta que al final no me quedo otra opción que despertarme, levantándome con abulia frente a ella proteste alzando las manos. -Mamá!! creo que no era necesario. —Si cariño, claro que si era necesario, es tu primer día de clase y por nada del mundo te voy a dejar faltar.- Contesto con sus brazos en jarra. —No lo puedo creer. Tomare una ducha, antes de ir al insti- Articule entre comillas cada palabra con retintín mientras caminaba hacia el baño con la toalla alrededor de mi cuello. Vi por el rabillo de mi ojo como mi madre salía con una sonrisa victoriosa.

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