Glenn

2 1 0
                                    

El frutero arrodillado sobre su tienda, con el bolardo ya extraído, era irreconocible, también su tienda lo era, la nueva pintura roja le daba un cambio tan brusco a la escena del crimen, que comparándola con la ordinaria fruteria en servicio, esta ahora parecía un coño en esos dias del mes.

Los litros de sangre eran más de los que cabían en el cuerpo humano, en local ya estaba vacío las guellas de las sandalias de antonio delataban su nuevo objetivo, salian de la tienda e iban a un local de tatuajes donde ponia el heavy metal más jodido de escuchar.

Abdul junior, o como quiera que se llamese el jodido moro, caía desequilibrado sobre el charco de sangre, de estar de rodillas a tumbado y besando sus sucios y esparcidos sesos que aún recordaban las citas mas bonitas del corán.

Mientras Antonio entraba de un salto, muy al estilo Naruto, al local de tatuajes, por el escaparate de cristal que mostraba diseños esperpenticos satanistas.

Yuri, que era la recepcionista japonesa, gritaba como una descosida samaritana del susto, su grito se prolongaría y aun más bestia, en cuanto a decibelios se refiera, con la masacre inminente.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 30, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Antonio el revientacabezasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora