Chaos - The Umbrella Academy

01| Bienvenidos.

"¿Recuerdas cuando te rompiste
el pie por saltar del segundo piso?
No estoy bien
Tú me agotas
¿Qué se necesita para mostrarte que la vida
no es lo que parece?
Te he dicho una y otra vez que cantas las palabras,
pero no sabes lo que significan„

I'm Not Okay - My Chemical Romance

"Lost in my own thoughts„

Dio una calada del cigarrillo entre sus dedos para luego soltar el humo en el aire frío que corría libremente en la azotea aquella tarde nublada. Sus piernas se mecían de un lado al otro siguiendo su propio compás al colgar lejos del suelo que le alejaba por cuatro metros de altura de una caída mortal. Su mente estaba aletargada, tenia la mirada puesta distraídamente en la acera que era escasamente transitada a aquellas horas del día mientras sus oídos estaban atentos al bullicio de los pocos vehículos que pasaban en la carretera y se veían desde donde estaba como manchas de colores. Veinte taxis, diez motocicletas y unos cuantos coches con sus conductores ensimismados en su día a día, los había contado.

En eso resumía su modelo cercano a algo parecido a una "distracción" aquel día.

Volvió a llevar el cigarrillo a sus labios por ultima vez antes de lanzar la colilla en una lata llena de más colillas que hace rato posicionó perezosamente a su lado, dejando allí el sobrante de su cigarrillo sin molestarse en apagarlo como era debido. La larga colección de aquellas colillas habían dejado de caber en las macetas más cercanas a ella hace exactamente cuatro días, por lo que la vieja lata de frijoles estaba siendo ahora el perfecto contenedor sustituto que almacenaba los restos de su más dañino vicio. El viento sacudió su negro cabello apartando el fleco de su frente, acariciando su rostro como un amigo silenciosamente afectivo que al mismo tiempo era frío y distante, robándole un suspiro pesaroso al mismo tiempo que echando la cabeza hacia atrás con desgano.

Coloco las palmas a cada lado de su cuerpo y miró hacia el cielo encapotado de tristes matices grises por última vez antes de, haciendo huso del equilibrio que poseía, levantarse con una tranquilidad indiferente para ponerse de pie al borde del tejado, donde se había escondido y permanecido sentada desde que las primeras nubes grises comenzaron a tronar sobre su cabeza.

Aquel día se sentía como una especie de burla personal hacia ellos, los supuestos mal aventurados hijos que sufrían la perdida de un supuesto padre, o alguien escasamente parecido a eso. Sí, el clima lluvioso era una burla, era la forma en la que la madre naturaleza les mandaba al carajo mientras enseñaba su hipotético dedo medio en su dirección. Claro, sobre todo porque ella pensaba que el escenario perfecto para aquel triunfo del universo, lo que era deshacerse de uno de sus tantos monstruos, tenía que ser como esos dibujos de niños de cuatro años donde el sol sonreía, el césped era verde y las flores tenían un ataque de felicidad provocado por algún psicotrópico ilegal.