Capítulo 11

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Dormir sin ella
Unos meses después...
Narra Desconocido:

Me levantó temprano para ir a espiar a la manada Garras de plata se como estar en sus fronteras sin ser detectado, camino por las fronteras del pueblo pero no percibo el olor de mi hija, así que voy hacia la zona en donde viven el Alfa y el Beta, ese maldito impidió que pudiera estar con mi hija nuevamente.

Al llegar siento que el olor de mi hija viene de la casa del Beta y entonces me paro ahí a esperar agudizo mi oído para escuchar absolutamente todo.

- Cariño ¿que te parece si damos un paseo por la manada?- dijo la voz del que supongo es el Beta.

- Claro, oye mi amor ¿haz visto mis aretes de oro?- esa es mi bebé, ¿pero por que le dice amor al Beta de quinta? gruño sin poder evitarlo.

- Están bajo la cama- suena un celular y él contesta -¿Qué pasó?- el silencio me indica que alguien le está hablando -Esta bien voy para haya- sube las escaleras.

- ¿Quién era amor?-

- Es Zazil, necesita que vaya a entrenar a los nuevos porque al parecer Marlene no está bien desde ayer-

- Oh, está bien mi amor ve- se besan y yo vuelvo a gruñir, bajan las escaleras, después los veo salir por la puerta de adelante, se dan otro beso.

- Regresaré pronto para que demos el paseo, por favor no te alejes de aquí-

- Tranquilo Xavier aquí estaré cuando vuelvas, además hay guardias-

- Te amo Artemisa- al parecer le han cambiado el nombre, el nombre que tanto nos gusto a mi mujer y a mi.

- Te amo Xavier- el Beta se fue en dirección al pueblo, veo que mi hija vuelve a entrar a la casa y minutos después sale pone una manta en el pasto donde se sienta, trae un libro entre sus manos se pone a leerlo, esta podría ser mi oportunidad, además los guardias se han ido a dar una vuelta hacia la casa del Alfa.

Debo aprovechar ahora, entro en el territorio y camino hacia donde esta sentada mi hija.

- Hola- la saludo ella me mira y trata de gritar, pero soy rápido así que antes de que lo intente le tapó la boca -Tranquila no te haré daño pero si te sacaré de aquí- le pongo un trapo con cloroformo para dormirla y siento como deja de pelear.

Salgo rápidamente del territorio normalmente iría a toda velocidad, pero llevo a mi princesa en el hombro, lentamente me acercó hasta mi territorio aun que las otras manadas la crean tierra de nadie porque eso somos para ellos nadie.

- Alfa- me saluda Joel mi Beta mira a mi hija y gruñe entonces yo le gruño a él.

- ¿Es ella cierto Alaric?- asiento.

- Ella es mi hija de sangre y la voy a transformar en una de nosotros-

- Pero ella tiene a su mate- hace mucho Joel me explico lo de los mates pero yo no he encontrado a la mía aun que pienso que mi difunta esposa lo era y por eso no la he encontrado.

- Ordena que preparen una habitación para ella- Joel asiente y se va.




Narra Xavier:

Regreso del entrenamiento de los cachorros veo que hay una manta sobre el pasto y sobre ella el libro que hace un mes le regale a Artemisa, veo a los guardias, pensando que está dentro de la casa entro y busco el olor, su olor pero no lo encuentro, salgo al patio de atrás para seguir buscando a Artemisa pero no la encuentro

- Esto no me gusta nada Xavier-

- A mi tampoco- cierro la conexión con mi lobo para ir a preguntarles a los guardias, pusimos guardias por que últimamente había muchos ataques por parte de los Rougues pero solo venia su Beta.

- ¿Han visto a Artemisa?- les preguntó preocupado.

- No Beta, no la hemos visto pensamos que estaba dentro de su casa- me pongo pálido.

- ¡No está ahí! ¡Son unos imbéciles!- les grito y solo se quedan ahí parados -¡Búsquenla carajo!- se transformaron y comenzaron a buscar su olor.

- Vamos a buscarla no pudo haber desaparecido- me transformó y me acercó hacia donde esta la manta hay un olor a cloroformo, gruño al saber lo que eso significa la han secuestrado aulló alertando a todos los guardias se acercan rápidamente, Zazil llega rápidamente transformado en lobo.

- Han secuestrado a mi mate, a la media luna de esta manada- digo muy alterado, media luna son las compañeras de los Betas.

- Organizaremos grupos de búsqueda- mi amigo me ayudo a organizar grupos para buscarla, yo encabezaba uno de esos grupos, pasamos horas buscándola, pero hasta ahora no la hemos encontrado Zazil aúlla yo corro hacia donde sonó el aullido al igual que todos los demás.

- Su rastro desaparece aquí- me dice una vez llego a su lado.

Olfateo el aire y solo esta ese olor a cloroformo, pero se mezcla muy levemente con el olor de rosas y orquídeas de Artemisa, pero si avanzo un solo paso este desaparece.

- No hay ningún otro olor-

- Eso solo significa una cosa un Rougue fue quien se la llevó-

- ¿Que hacemos?-

- Hablar con la bruja de la manada solo ella puede localizarla- suelto un pequeño chillido, regresamos a la manda a paso lento yo estaba muy preocupado y muy triste, siempre que llego a casa (desde que traje a Artemisa), después de un día difícil ella siempre me besa y me da un masaje en mi espalda.

También me cocina un rico filete asado, de postre siempre hay pastel de chocolate ya que es su favorito aun que ese lo prepara la señora Sanders ya que mi mate lo único que sabe cocinar sin quemar la cocina es el filete.

Me consiente y yo la consiento a ella, ella ha dejado su lado amargado y lo ha sustituido un lado cariñoso, juguetón y amoroso, llegamos a la manada, nos transformamos en humanos.

- La encontraremos hermano, te lo juro- no lo miro, solo me dirijo a mi casa al llegar, me recibe la señora Sanders.

- ¿No la han encontrado joven Xavier?- niego, ella me abraza y yo me derrumbo, también siento que la señora Sanders llora, ella se ha encariñado mucho con Artemisa siempre que no estoy le hace compañía y platican sobre muchas cosas.

Mis padres también le han tomado mucho aprecio es imposible no querer a esa chica.

- Ya la encontraras- Darío resulto ser mate de una de las primas de Zazil así que solo ve a Artemisa como su mejor amiga.

- Gracias- asiente me separo de la señora Sanders y voy a mi habitación necesito descansar, subo las escaleras con desgana mi motor es Artemisa sin ella no tengo ganas de absolutamente nada, llego a mi habitación, me quito los zapatos y la ropa.

Cuando hago esto frente a ella sus mejillas toman un intenso color rojo y se cubre la cara con las sábanas, no hemos hecho el amor porque se que no se siente lista para eso y yo no la voy a presionar, aun que va a ser la primera vez de los dos, me acuesto en la cama, abrazo la almohada de Artemisa para poder oler ese aroma que me embriaga y lo mejor es que solo le pertenece a ella.

Cierro los ojos preguntándome ¿como estará ella? espero que no le estén haciendo daño o si no sus cabezas van a rodar por el suelo, sin Artemisa me cuesta mucho trabajo conciliar el sueño pero es tanto mi cansancio que me quedo dormido a las 2 am lo se por mi reloj de noche.

A la mañana siguiente me levantó sin los besos de buenos días de Artemisa, mi lobo esta muy triste al igual que yo, espero encontrarla pronto porque de lo contrario me voy a volver loco sin mi amada Artemisa.

Una Humana Entre LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora