-Capítulo 20-

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-Narra Karen-

Estamos en hospital y son las 8 de la noche. María acaba de dar a luz. A nosotros de momento no nos dejaban verlo, Gastón había salido a tomar un poco de aire. Mateo tenía algo extraño. Hablaba poquísimo

Mateo: yo no sé cómo puede ir a tomar aire...

Karen: está agobiado. -Le digo yo apoyada en su pecho-

Mateo: yo no podría. Me quedaría a tu lado hasta saber que tanto tú como el bebé están bien. -Acaricia mi mejilla- y si tengo que pegarle a algún médico para que me dejen verte, le pego

Karen: eres un bruto. -Me río-

Mateo: y tú eres lo que más quiero en esta vida. -Traga saliva. Recuerda la foto de Margaret- y sabes que sólo quiero lo mejor para ti, y que no pretendo hacerte daño en nada

Karen: ¿por qué dices eso ahora?

Mateo: porque quiero que lo sepas... Por si algún día ocurre algo entre nosotros sepas que no te voy a dejar de querer

Karen: ¿insinuas que va a pasar algo?

Mateo: no, pero quien sabe... -Vuelve a acariciar mi mejilla y se acerca a mi oído- doy lo que sea por una vida contigo

Palabras que me hacen sonreír. Se le veía con los ojos brillantes y una mirada tierna, no puede ocultar que algo le pasa. Algo como un miedo a perder. Si supiera que ese mismo miedo es lo que tengo yo por las noches. A que esa sea la última noche a su lado. Si algún día esta historia se acaba, ¿qué sería de mí? Esa fuerza que sólo él me ha dado desaparecería. No puedo evitar suspirar en su pecho y da un suave beso en mi frente

Mateo: aquí ya no hacemos nada, estará agotada... Lo mejor es venir en otro momento a verlos

Karen: estoy contigo. -Digo levantandome- vamonos

Salimos por esa puerta enorme en silencio. Él seguía manteniéndose serio, triste. Yo no sabía qué ocurría pero el pensar a que se éste replanteándose lo nuestro me asustaba. Su mano sin esperarmelo me rodea el cuello y me pega a él. Hacía frío, la noche hacia tiempo que había llegado. Sin soltarme hasta el coche caminamos. Me abre la puerta y entro, espero un rato a que entre él y marchamos a casa. Y sin decir nada, el día acaba. En casa sigue sin hablar y sube directamente a la habitación, se cambia y se acuesta a dormir. Me cambio yo también y entró en la cama. Miro a la pared dándole la espalda. Permanezco despierta esperando una señal, una palabra... que no llega. Solo me abraza por detrás y lo escucho suspirar varias veces. Hasta que yo quedo dormida, pero él no.

-Narra Mateo-

Al rato de que Karen se haya quedado dormida me levanto, cogo el movil y me encierro en el baño. Marco un numero y llamo

Mateo: ¿Julen?

Julen: ¿que?

Mateo: hijo de la gran p***, ¿como te atreves a enviarle esas fotos a Margaret? ¡Teniamos un pacto!

Julen: yo no le he enviado esas fotos

Mateo: ¿no?, ¿y como es que las tiene?

Julen recuerda la noche de ayer, esa tia se la habia jugado para conseguir las fotos

Julen: pues... Ni idea, pero te juro que yo no he sido

Mateo: por tu bien, espero que estes diciendo la verdad o te acordaras de mi toda tu vida

Cuelgo el telefono y me miro en el espejo. Estaba temblando y no era de frio. Los ojos llorosos. Rabia, mucha rabia. Abro el grifo, mojo mis manos y despues me lavo la cara. No se lo que es capaz de pedirme Margaret por esas fotos. Seco mi cara con una toalla y vuelvo a salir

Soy Tuya -Mateo Palacios Y Karen Watson (2da temporada)- FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora