-Capítulo 23-

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Julen dio dos pasos hacia atrás, tenía la mejilla roja y me miraba con los ojos bien abiertos. Nunca creí que llegaría el día en el que esto pasará, le había metido el mayor bofetón que nunca había pegado. Respiraba rápido sin quitarle la mirada de encima. Pestañeo

Karen: Julen... ¿Por qué lo has...?

Julen: no, no digas nada. -Suspira- ya me ha quedado claro tus sentimientos por mí

Empezó a caminar y bajó las escaleras. Yo ya no cabía en mí. ¿Le habia pegado? Sí, pero también se lo merecía. ¿Cómo era capaz de besarme sabiendo todo lo que estoy sufriendo?... ¿Y de qué sentimientos hablaba? Creo que tenía más claro que nada que él y yo sólo podíamos ser amigos. ¿Por qué? Los dolores me empezaron de nuevo. Me dolía. Pero no podía quedarme ahí. Bajé por las escaleras y en cuestión de segundos me metí en un taxi y di la dirección. No quería ir en el mismo coche que él. Llegué antes que él, y cuando llegó pude ver que realmente estaba enfadado. Un hombre italiano de unos 27 años se acerca a nosotros y me estrecha la mano a mí primero. Me mira de arriba a bajo

X: buenos días, la señorita Watson, ¿verdad?

Karen: sí

Alexandre: un placer conocerla. Soy Alexandre Giovanelli. El dueño de este edificio

Karen: ah, muy bonito. -Digo sorprendida. Los italianos siempre están intentando ligar pero yo no pensaba en eso, sino que iba vestido igual que Mateo en la boda de Julen. Suspire-

Julen: ¿le importa? No tenemos todo el día. -Dice tras mí-

Alexandre: oh, perdon. -Dice el hombre y enseña los planos de la casa. Nos damos una vuelta y después me tiende unos papeles para que los firme- señorita, si quiere podemos tomar algo en lo que se piensa si firmar

Karen: no, gracias. -Digo seria. ¿Los hombres sólo piensan en eso?-

Alexandre: ¿y a cenar?

Karen: no... -Firmo el papel- aquí tiene. Encantada de hacer negocios con usted, Alexandre Giovanelli

Le doy los papeles y sin más me separo de allí intentando meterme de nuevo en un taxi

Julen: ¿a dónde vas? -Grita- yo te llevo

Karen: no creo que...

Julen: sube. -Asiento y entro sin decir nada- lo siento... Lo siento mucho por lo que hice, sé que estoy casado y que... Tú amas a Mateo. -Suspiro- 

Karen: ya...

Julen: ¿no dices nada mas?

Karen: ¿y que voy a decir, Julen?. Mi vida es una mierda... Rompo con mi novio, odio la empresa y a quien yo consideraba mi amigo me ha dicho que no le importo...

Julen: pero si me importas...

Karen: eso no quita nada... Las palabras pueden hacer mas daño que dos cuchilladas...

-Narra Mateo-

Me desperté en el sillón, con dolores por todas partes. Me desperté solo, ni siquiera me había atrevido a subir a la habitación porque sabía que todo me iba a recordar a ella. Me acerqué a un armario donde guardaba la bebida, sabía que a ella no le gustaba mucho que bebiera y la tenia guardada solo para beber en fiestas o cuando habia visitas, nunca quise hacer nada que le llegara a molestar. Meti la mano en el mueble y saqué una botella de vino, no había otra cosa. Me serví mi primera copa a las 10 de la mañana... Y mi primera botella acabó a las dos horas. Mi móvil empezó a sonar, ilusionado lo agarré, mire el nombre, no lo veía pero algo me decía que podria ser ella

Soy Tuya -Mateo Palacios Y Karen Watson (2da temporada)- FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora