-Capítulo 6-

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-Noche de la cena de Mateo con Margaret-

Margaret: Mateo, ¿realmente estás saliendo con la estirada de mi jefa?

Mateo: no es ninguna estirada, es la persona que más amo

Margaret: ¿la amas más de lo que me amabas a mí?. -Mateo ríe-

Mateo: lo tuyo conmigo fue un juego, te reiste de mí. Por supuesto que la amo más a ella

Llega la tercera y cuarta copa de Mateo, ella no bebe, solo refresco al que dice que tiene alcohol. Quiere vengarse, ¿por qué Mateo prefiere estar con Karen y no con ella? Es lo único que piensa. Ella se cree muy guapa, los hombres nunca le han dicho que no. Y aunque tenga que romper una relación no piensa quedarse de brazos cruzados, va a ir por todas. Mateo ya no sabe lo que dice, habla por hablar pero eso sí, está lo suficientemente consciente como para no dejarse besar por ella

Margaret: Mateo, yo nunca te he tomado como un juego

Mateo: ¿ah sí?... Tu tiempo ya pasó

Margaret: no mientas, sé que cuando me tienes cerca no piensas en otra cosa que en volver a repetir lo que aquella noche de mayo ocurrió

Mateo: ni por asomo pensaría en eso... -Se levanta de la silla mareado pero consigue mantenerse en pie- me vuelvo a casa, mi novia me espera

Margaret: espera... -Se levanta ella rápido, debe de pensar en algo que a Karen le haga rabiar. ¿Carmín? Sí, carmín en remera de botones blanca le haría dudar de todo lo que pasó esa noche. Hace que tropieza con la silla y cae en el pecho de Mateo, con los labios mancha aquella remera, con ese color rojo que llevó al día siguiente por la mañana al trabajo, en señal de sí, fui yo la que bese la remera de tu novio para joderte-

-Narra Karen-

No sé lo que pasó y no busco una explicación de como llegó ese glos a la remera de mi novio. Solo quiero gritar
Entro en la habitación con la remera en la mano, camino con pequeños pasos casi no notables. Mateo se da la vuelta a verme y se pregunta por qué sujeto su remera entre mis manos, por qué tengo una expresión de rencor pero con lágrimas aguantadas. Me planto frente a él y dejo ver la parte con carmín frente a él.

Él se sorprende, no se acordaba de eso. Tenía una explicación pero yo no quería escucharla, deje caer la remera al suelo mientras el mantenía su boca abierta

Mateo: Karen, mi vida, puedo explicartelo

Karen: no me llames "mi vida". -Digo y una lágrima cae por mi cara- me lo has vuelto a hacer

Mateo: Karen escuchame. No es lo que tú te piensas. -Interrumpo-

Karen: ¿no es?, despues de todo lo que he hecho para seguir a tu lado... Eres un cretino

Mateo: mi amor...

Karen: ¡no soy tu amor, ni tu vida, ni tu cariño ni nada de eso!, hazme el favor y vete -Mateo no habla, se mantiene callado. Sabe que no es lo que yo pienso, sabe que puedo pensar mal del asunto... Pero no quiere discutir. Termina de vestirse y me mira a los ojos, los ojos por los que ahora salen miles de lágrimas-

Mateo: yo solo... solo te quiero a ti

Karen: ¿y por qué lo hiciste?

Mateo: no he hecho nada, yo no soy el mismo Mateo de antes. Tú me has cambiado

Dudo en creerlo, todo suena tan cierto. Pero... ¿y si miente? Eso nunca lo sabré, o eso creo. La puerta empieza a sonar rapidamente, un minicooper azul está aparcado en el jardin de mi casa. Es Julen. Bajo las escaleras dejando a Mateo solo en mi habitación y voy a abrir la puerta

Julen: Karen, ¿qué sucede?

Karen: na... Nada. -Trago saliva y seco mi cara- ¿qué se te pierde por aquí?

Julen: ¿estás sola? -Pregunta bajito-

Karen: no, Mateo está arriba -Eso responde a todas sus preguntas cuando ve a Mateo bajar con una maleta. Sabe que algo va mal y por algún lado se alegra... Pero por otro no tanto- ayer salió y encontré carmín en su remera

Replantea el día de ayer. Bar, Mateo con una chica, chica muy arreglada, ella intenta acercarse a sus labios, él la esquiva, ella se enfada algo, vuelve a intentarlo, él se levanta enfadado, intenta marcharse, ella lo sigue, tropieza y cae en el pecho de Mateo. Intentaba no ser tan enterado pero el hecho de que Mateo pudiera hacerme daño hizo que él estuviera más atento a lo que pudiera pasar entre ellos dos, no pasó nada. Lo lamenta. Pero lo cierto es que él quizás sea el único que sabe la verdad entera y yo quisiera escucharla. No quiere hablar y estar a favor de Mateo, él le ha robado todo. Pero es lo mejor para mí. Mateo quiere salir de mi casa pero Julen se lo impide con el brazo. Mateo lleva unas gafas de sol que le tapa las lágrimas, Julen nota que está dolorido. La quiere, piensa. Quizás me quiere más que el. Trago saliva otra vez y me pregunto el por qué lo para

Julen: sientense. -Dice en voz baja- por favor. -Los dos accedemos-

Soy Tuya -Mateo Palacios Y Karen Watson (2da temporada)- FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora