Una Vida de Casados

Luna de Miel

En las orillas de la aldea de la hoja en una zona conocida de aguas termales se encuentra una posada en particular de aspecto tradicional japonés con pisos de madera y puertas corredizas de papel de arroz, sin duda alguna el lugar perfecto para olvidarte de las preocupaciones y relajarte, en pocas palabras el lugar ideal para una luna de miel.

En una de las habitaciones de dicho lugar se encontraba una pareja de recién casados, los cuales dormían plácidamente sobre un cómodo futon invadidos por el silenció y arrullados por el sonido del agua que brotaba en el estanque.

El día apenas comenzaba y los primeros rayos del sol de la mañana se colaban por las grandes puertas corredizas, el ambiente era fresco, pero se sentían pequeñas corrientes cálidas provenientes de las aguas termales que se encontraban afuera.

Poco a poco la joven de cabello azulado comenzó a abrir los ojos despertando del profundo sueño al que había caído horas atrás, pero al instante experimento una mezcla de shock y emoción al ver frente a ella el pecho masculino y desnudo de su acompañante, lo cual provocó en ella un ligero sonrojo en sus mejillas mientras una pequeña sonrisa se formaba en sus labios, lentamente levantó su mirada y con mucho agrado se topó con el rostro del joven que la envolvía con sus brazos, sin poder evitarlo soltó un profundo suspiro dedicándole una tierna sonrisa, aún le parecía un sueño ser correspondida por el que por mucho tiempo fue su amor inalcanzable desde la infancia, después su novio despistado y ahora su esposo... Naruto.

Mientras Hinata contemplaba y acariciaba el rostro de su rubio los recuerdos de la noche anterior bombardearon su mente, viniendo a ella las escenas de los besos y las caricias que Naruto le dio apenas unas horas atrás. Todo su rostro se enrojeció al instante y enseguida se llenó de tanta vergüenza al darse cuenta de cómo se dejó llevar en ese momento, sin pensarlo tapó su rostro con sus manos para evitar que Naruto la viera en ese estado tan abrumador, pero él no era consciente de nada en ese momento ya que aún estaba profundamente dormido.

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La boda había trascurrido tal y como lo habían planeado, todos se veían felices y eso aumentó aún más la felicidad de los recién casados. Todos comieron, bebieron y convivieron durante la recepción, al final Naruto y Hinata despidieron y agradecieron personalmente a cada uno de sus invitados y poco a poco el lugar se fue quedando vacío.

- Shikamaru gracias por acompañarnos. - dijo Naruto con una sonrisa mientras apretaba la mano de su amigo.

- No podía perderme este día tan importante... Son los primeros de nuestra generación en casarse. - dijo el Nara ahora sosteniendo la mano de Hinata.

- Muchas gracias Shikamaru. - agradeció la chica con una amable sonrisa.

- Perdón por hacerlo de esta manera, pero quería darles personalmente el regalo que preparé para ustedes. - dijo el pelinegro.

La pareja miró al chico con atención mientras les entregaba un sobre.

- Que es esto? - dijo Naruto confundido.

- les prepare algo para su luna de miel... Si es que no tienen otros planes les hice una reservación en un ryokan. - explicó el Nara.

- Shikamaru esto es genial!!! - dijo emocionado el rubio.

- La verdad no nos dimos tiempo para planear algo, solo nos enfocamos en los preparativos de la boda. - dijo la Hyuga.

- Esto es justo lo que necesitamos, después de todo lo que hemos trabajado nos vendrán bien unas vacaciones. - dijo el rubio a su esposa.

- Me alegra mucho haber acertado con el regalo. - dijo complacido el Nara. - Bueno me retiro, me están esperando. -

Naruto y Hinata dirigieron su mirada hacia donde miraba su amigo y se percataron de la presencia de Temari a unos metros de distancia, la cual ya se había despedido de la pareja minutos atrás junto a Gaara y Kankuro.