A un mortal no se le ponen los ojos de distinto color por arte de magia. Tendría que buscar al gerente de la tienda y poner una reclamación por aceptar monstruos en su establecimiento.
No era discriminación, era supervivencia. ¿A quién pretende engañar? Los rollitos de canela estaban deliciosos y quería volver.
Clarisse fue más rápida y sacó su lanza electrificada.
—"¿Qué eres?" fulminó con la mirada.
—"Soy un cinocéfalo."
—"¿Un cinéfilo?" preguntó Clarisse desconcertada.
—"Un cinocéfalo..."
El amigo Carl se hartó del trato del cliente y disipó la niebla. De repente su cabeza no era la del joven encantador que sirvió los pasteles, era la cabeza de un salvaje lobo.
—"¡Un lobo!" Exclamó Mack.
Con un rápido movimiento cogió la pluma del colgante, en sus manos tenía la espada.
—"No exactamente—marcó furioso,mostrando los caninos— Más antiguo."
Se tiró hacia Clarisse, solo la cabeza había metamorfeado. Clarisse presionó la lanza contra su costado y las chispas volaron.
—"No, no, no. —dijo con burla— la naturaleza ni el bronce celestial nos daña."
Clarisse apretó los dientes y con furia siguió presionando la lanza hasta que se quedó encrustada en su estómago. Parecía serle inofensivo. A lo mejor por eso vendía esas armas, porque no tenía miedo a verse afectado por ellas.
Se lanzó a darle un mordisco a Clarisse, Mack fue a impedírselo con una patada pero el monstruo lo vio venir. La dirección del mordisco fue un amago, le mordió la pantorrilla, dejando un charco de sangre. Mack aulló de sorpresa y dolor. Acabó tropezando y cayendo al suelo.
—"¡NO!" —gritó impotente la hija de Ares.
Clarisse sin la lanza tuvo que pelear con sus dotes a puñetazo. Barrió con la pierna las piernas del cinocéfalo, provocando su caída. No sabía que podía hacer para matar a la criatura.
—"Patético. ¿Mi pueblo acabó siendo rechazado por los dioses por criaturas como vosotros?" escupió el cabeza lobo con rabia.
—"¿No eres un lobo de Lycaon?"
—"Pufff, no me hagas reír. Los dioses vieron nuestro aspecto y con ello castigaron a ese idiota...pero de cuerpo entero, nosotros no venimos de su estirpe."
Mack gimió débilmente al estar herida. Había sido descomunal. Temblorosa se levantó del suelo, no queriendo mirar la herida donde brotaba la sangre a borbotones.
Clarisse debía de salvarle, tendría ocupado a Carl para ayudar a su amiga. Con un grito de batalla se dispuso nuevamente a atacar al monstruo.
El cinocéfalo era bastante bueno esquivando y ensartando puñetazos a la semidiosa. Pero ella era mejor. Clarisse estaba mareada de tres golpes directos a su mejilla, el monstruo no se veía especialmente afectado por sus golpes.
Este sería el final de su búsqueda.
O lo hubiera sido. Tal vez fue por la pérdida de sangre y no poder pensar claramente pero Mack con paso silencioso se acercó a la pelea con la espada por delante y entre los omoplatos de la criatura hundió su espada.
Clarisse vio salir la espada en el pecho de Carl. Pero esta vez era diferente que con su lanza.
La criatura palpó temblorosamente donde la espada estaba. O donde su pecho debería estar. Gimió, dolorosamente y con rabia.
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Mackenzie Ayers y el mar de los monstruos
AdventureMackenzie o "Mack" es una chica de 13 años de Oregon. Con su familia se ha mudado a Nueva York y va a primero de secundaria. Todo se desmorona cuando unos monstruos de la mitología griega le persiguen, una semidiosa llamada Katie Gardner, compañera...