Pesimista

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Recordar la amargura
que hay en mí.

Y empuñar el puñal que me desangra.

Aprendí del poder de la
palabra, la manipulación sin remordimiento.

Contigo fué diferente, hablé mientras el sol cegó mis ojos;
ó simplemente fue el
esplendor de tu sonrisa.

Jamás comprendí el porqué
de las despedidas.
Y sin embargo, siempre las
acepté.

Queriendo ser amada y ganar
desprecio y odio por recompensa.

La noche fría y legumbre me hizo saber que el amor no es más que una fantasía. 

Una fantasía sin retornó a la realidad...

Escritos Para Él 2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora