Prólogo -Cuando el tiempo se detuvo

413 27 23
                                    

ALERTA

Si no has leído/visto la tercera parte de Jojos: ¡este capítulo contiene spoilers!

(Contexto: Stardust Crusaders. Kakyoin contra Dio)

La Mystic Trap de Kakyoin se hizo latente alrededor de Dio. Aquel chico rubio parecía estar completamente rodeado, y Kakyoin seguro de su victoria. ¿Qué podía hacer Dio contra su...

-¡Emerald splash! -gritó, y decenas de esmeraldas verdes y brillantes volaron a una velocidad vertiginosa hacia Dio. Este, que no había borrado su sonrisa, soltó una carcajada.

-¡The world! -dijo Dio entonces, y el universo se detuvo. Lo que no sabían ninguno de los dos, era quién había detenido el mundo en realidad.

Jotaro Kujo suspiró con pesadumbre, saliendo de las sombras. Ese Kakyoin imprudente... si él no hubiera estado allí, con su recién descubierta habilidad para detener también el tiempo, en unos segundos estaría muerto. En todas las peleas se había reservado el as bajo la manga para el fial, y esta no iba a ser una excepción, por lo que salvaría a su amigo y se ocultaría de nuevo. Por muy impresionantte que fuera Hierophant green o su Mystic trap, no era capaz de vencer a The World, y necesitaba que este pensara que Kakyoin estaba fuera de combate.

Rapidamente, se puso manos a la obra. Sabía que no podía permanecer así por mucho tiempo. Todo lo que le rodeaba se había detenido, pero solo había una cosa que a él le importaba: proteger a Kakyoin de lo que iba a ser una muerte segura, saliendo disparado por los aires. Se puso de rodillas frente a él, y levantó con cuidado su camiseta granate, dejando al descubierto su blanco y liso abdomen. Procurando no perder la concentración, sacó su navaja y realizó una serie de cortes profundos en la piel de Kakyoin. Aún calmado, dejó caer la tela de nuevo. No era una herida mortal, pero a los ojos de Dio podría parecerlo y serviría para que Kakyoin perdiera el conocimiento, quedando así a salvo.

-Yare yare daze -susurró Jotaro, con aire indiferente, pero con un extraño brillo en los ojos al mirar a Kakyoin. La sangre había comenzado a empapar la camiseta, y sus perfectas facciones relucían bajo la luz de la Mystic Trap. Sobreviviría. Ambos lo harían.

Jotaro se ocultó en las sombras  de nuevo, y el chico con el pelo color cereza atravesó el cielo hacia el muro de piedra que había a sus espaldas, contra el que impactó. Como Jotaro predijo, tanto Dio se convenció de que su ataque era el que había disparado a Kakyoin por los aires y había logrado herirle, como Kakyoin de que había perdido y este sería su final. Pero ninguno de los dos se percató de que la herida de Kakyoin tenía forma de J.

Escondido en las sombras, Jotaro Kujo sonrió.



Escena real de la muerte de Kakyoin, Jojo's Bizarre Adventure, Stardust Crusaders:

Platinum green [JotaKak]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora