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El rubio había llegado a la casa de su pelirrojo amigo

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El rubio había llegado a la casa de su pelirrojo amigo. Llevaba con él, el brazalete olvidado. También se   encargó de llevarle tulipanes y una caja de chocolates. Cuado el chico abrió la puerta lo dejó pasar, su casa estaba desordenada, habían pañuelos usados en el suelo, platos con helado y el pelirrojo no estaba en las mejores  condiciones. Lucía despeinado con pijama y tenia  unas ojeras que se  podían ver a mil kilómetros de distancia. Era lógico después de una pérdida. Aún así a Adrien le seguía pareciendo la criatura más hermosa.

—Adrien, que sorpresa verte. No pense que vendrías. — dijo Nathaniel tratando de recoger todo el desorden.

—Estába preocupado por ti, Chloe me dio tu dirección. Espero que no te moleste. Te traje estos chocolates y estas flores, espero que te  guste. Se  que te gusta el color amarillo.

Las mejillas del pelirrojo ardían y sus pupilas estaban dilatadas al ver estar hermosas flores amarillas.

—G - Gracias, tulipanes amarillos, me  encantan los pondré en agua — consiguió un jarrón y el rubio se sentó en uno de  los sillones de la sala  principal.

— Y por supuesto no me molesta que hayas venido, al contrario, me alegra verte. — el pelirrojo sonrió. — Veo que traes mi brazalete, pensé que lo había perdido. Los ojos del pelirrojo se cristalizaron pero intentaba ser fuerte.

—Lo olvidaste el otro día, dijiste que era especial y quise traerlo.—Adrien sonrió.

—Gracias, no sabes lo que significa  para mi este brazalete. Eres muy gentil Adrien, estás flores y esos chocolates son un lindo gesto de tu parte.

—Me alegra que te haya gustado pero dime, ¿Como estás? — Preguntó el rubio y Nathaniel se sentó a su lado.

Comenzó a llorar.

No podía ver a Nathaniel de  esa forma, me partía el alma verlo llorar

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No podía ver a Nathaniel de  esa forma, me partía el alma verlo llorar. Era la primera vez que lo veía llorar y por impulso le  di un abrazo, un abrazo sincero y cálido. Él se aferró a mi cuerpo de la manera más dulce e inocente posible.

—Todo estará bien —susurré. —Yo estoy contigo.

—Mi padre murió, su esposa me lo dijo,
al parecer los resultados de la  autopsia dicen que fue por  causa natural — dijo mientras sollozaba en mi hombro. —Un ataque al corazón.

El chico de las flores [ADRINATH]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora