Mathew POV
Suspiré cuando el agua caliente cayó sobre mi quitándome el olor a enfermedad y a sudor. Estaba agotado, sabía que era cuestión de que colocara la cabeza en la almohada para que cayera dormido.
Salí de la ducha y me quedé recostado en la puerta observando a Alexa abrazar a mi hijo. Me gustaba verlos juntos cuando no se daban cuenta. Mi pecho se hinchaba como un pavo de orgullo al ver a mi familia.
Mi familia.
Ni yo podía creerlo aún.
Se había quedado dormida abrazando a Ares y esa era la imagen más hermosa que había visto desde que mi hijo nació. Tener a Alexa aquí y ver todo el amor que era capaz de brindarle me hacia sentir tranquilo y feliz.
Era precisamente eso, la capacidad que tenía ella de amar y de ayudar a los demás lo que me hizo ver que era la mujer que necesitaba y quería para mí.
Me coloqué un pantalón de pijama y una camiseta. Me metí entre las sabanas y le besé la cabeza a Ares e hice lo mismo con Alexa.
—Los amo — les susurre y me acurruque contra ellos.
Me levanté por los brincos que Ares daba sobre la cama. Miré al mi alrededor y solo estábamos los dos.
—¿Qué hora es? — pregunté aun contra la almohada. Ares miro el reloj y con las manos puso 10 dedos — ¿Así de tarde? — Ares asintió y se cruzó de brazos — ya veo, Alexa te dejó conmigo — me reí al ver la cara de enfado de mi hijo —busquemos de comer — lo cargué y salimos del dormitorio.
Cuando entramos a la cocina lo dejé sentado sobre su silla y me dirigí al microondas donde había una nota pegada.
Se veían tan tranquilos durmiendo que me dio pesar despertarlos.
En el micro está el desayuno para que lo calienten y pasen la mañana juntos.
Dile a Ares que no se moleste y que disfrute su día libre contigo.
Nos vemos en la tarde.
Los amo.
Alexa.
—Parece que Alexa quiere que pasemos el día juntos — Ares soltó una risita y se llevó las manos a la boca — desayunemos y hagamos algo juntos. ¿Te parece si le damos una sorpresa? — Ares asintió con energía haciéndome reír.
Pasamos la mañana entera viendo películas y echados en la cama. Para cuando la hora del almuerzo llegó decidimos pedir de comer o bueno, decidí yo ante la cara de felicidad de mi hijo al ver que comeríamos grasas trans. Volvimos a tirarnos en la cama y solo nos levantamos para lavar los platos. De verdad no quería hacer mayor esfuerzo hoy.
—¿Te parece si le preparamos una super cena italiana a Alexa? —Ares asintió con entusiasmo — entonces debemos comprar algunas cosas, vamos a ducharnos.
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Los Secretos De La Familia D'angelo
RomanceHay secretos que se guardan para proteger a quienes más amamos, otros para cuidar del que dirán y algunos son guardados simplemente por vergüenza. ¿Que pasa cuando estos secretos se salen de tus manos y se desbordan? Alexa y Matthew fueron separado...