Capítulo 1

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Había pasado un año desde la muerte de su hijo. Él había sido su vida entera por cerca de seis años. En unos meses, él habría cumplido siete años... la vida no era justa.

Se observó en el espejo, estaba cansada de llorar. Y no porque no quisiera hacerlo, sino porque ya no tenía lágrimas que derramar. Suspiró con desaliento e intentó concentrarse en las cuentas de su negocio.

"Creaciones Apasionadas" era su pequeña tienda de delicados vestidos, todos diseñados por ella. Miró a través de la vitrina cuando la pequeña campanilla anunció que alguien había entrado.

Se quedó de piedra al ver la silueta del hombre que siempre estaba presente en sus pesadillas. Buscó a su alrededor, Mary su ayudante, no se encontraba por ningún lado.

Trató de fijar la vista, mantenerla hacia él y... su visión fue cambiando. No era él.

–¿Señorita, se encuentra bien? –preguntó con voz profunda.

Definitivamente no era él... y ella se estaba volviendo loca.

Negó inconscientemente con la cabeza hasta que el hombre, preocupado, se acercó hasta el mostrador, mirándola con atención.

–Disculpe... –Alice pestañeó brevemente, tratando de despejar de su mente la imagen de él–. ¿Le puedo ayudar, señor?

–¿Segura está bien? –preguntó él aún dudoso y como si estuviera listo para tomarla en brazos por si se desmayaba.

–Sí, gracias –esbozó una cortés y fría sonrisa– ¿le puedo ayudar?

–Sí, por favor –la miró con idéntica cortesía, aunque se podía percibir un esbozo de preocupación brillando aún en sus ojos verdes.

¡Sí, verdes! –se repitió mentalmente Alice mientras tomaba nota–. No eran azules, como los de él; eran verdes, casi del color de una esmeralda. ¡Verdes!

–... vestido de noche para ella.

Alcanzó a escuchar el final de la petición de aquel hombre mientras intentó calmarse. No podía seguir mirando a su ex – esposo en cada hombre que se cruzaba en su camino.

–¿Eh? –Alice intentó respirar hondo mientras notaba que él la observaba con fijeza–. Quiero decir... ¿le gustaría algún modelo en particular de los que están en exhibición?

–Quisiera observar aquel azul –pidió él educadamente, señalándole el vestido de corte sencillo y sobrio.

Tyler miró a la joven deslizarse con suavidad hacia la vitrina que él había señalado para tomar el vestido. Estaba realmente admirado de lo etérea que parecía su figura, tan delicada y con esa tristeza infinita dibujada en sus ojos castaños con reflejos dorados. Era realmente hermosa y lejana, como una escultura perfectamente cincelada y fría.

Cuando Alice giró, se encontró con la mirada fija del hombre que había llegado. Sus ojos verdes parecían estudiarla y de pronto se sintió muy incómoda por el intenso escrutinio. Inconscientemente, empezó a estrujar una esquina del vestido con impaciencia. Él no parecía ser consciente del revuelo en su interior, así que también lo miró. Vestía de manera sobria, jeans y un suéter que realzaba el color de sus ojos. Su piel tenía una tonalidad un tanto bronceada, lo que solo lograba destacar sus ojos y su rostro, enmarcado en su cabello castaño, un tanto desordenado por el viento que corría, imaginaba. Tenía buen gusto a juzgar por el vestido que le había pedido para... ¿para quién había dicho?

Tyler le sonrió cuando ella estuvo a solo unos pasos de él. Tenía una sonrisa sincera y...

–¿Este, señor? –preguntó con suavidad.

Cuando amas a alguienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora