Imagina de Mike.♡
Hoy el día estaba muy frio, comencé a correr por las calles alejándome de los problemas, era una tarde y el viento soplaba, aligere mi paso y me abrace a mí misma aunque tuviera una chaqueta, mi día había sido terrible, tenía que alejarme de todo y de todos. Ajuste mi gorro a mi cabeza seguí caminando por un buen rato, cuando mis piernas no podían más y ya me encontraba lo suficientemente lejos de casa o de algún lugar conocido. Mire a mi alrededor y en realidad no conocía mucho de donde estaba, una cafetería se mostraba en la esquina, sonreí, el lugar perfecto.
Entre en aquella cafetería, un calor y olor a café recién hecho me invadió, este lugar me gustaba bastante. Mire todo el lugar, habían varias personas, se puede decir que nadie volteo a verme además de los empleados, me acerque a la caja para pedir un café que me calentara y relajara un poco, mientras lo pedía me quite mi mochila para sacar el dinero, mire mejor el lugar y había un pequeño televisor en la parte superior de una de las esquinas del lugar.
Cuando la amable y linda chica me dio mi café, pague por él y me dirigí a una silla pegada a la pared y ventana, coloque la mochila junto a mí y mire por la ventana, la ventisca parecía crecer.
A los minutos me encontraba muy cómoda, había sacado uno de mis libros y leía tranquilamente, las personas del lugar no me molestaban, y me terminaba de tomar los últimos sorbos de mi café.
En un momento la campana del lugar sonó como varias veces lo hacía, pero se escucharon risas masculinas, levante la mirada y me encontré con cuatro chicos entrando en el lugar, riendo y con notable frio. Volví a bajar la mirada a mi libro.
-¿Puedo sentarme contigo?- escucho una voz.
Al levantar la mirada me encontró con un chico mirándome, ¿Me lo preguntaba a mí? Lo mire mejor ¿Él no era uno de los chicos que entro hace un rato?
Tímidamente asentí. Digamos que soy un poco tímida y en realidad no esperaba que alguien se me acercara. Él se sentó frente a mí y me sonrió.
Sus amigos estaban en la otra mesa contigua a la mía, y nos estaban viendo, y sonreían, ¿Era una broma?
-¿Cómo te llamas?- me pregunto.
-Andrea…- digo viéndolo.
Su cabello tenía ciertos colores, sus ojos eran claros entre un azul y verde, bastante hermosos y su piel era muy blanca. Posiblemente tan blanca como la nieve que comenzaba a caer fuera del lugar. Me regaló una sonrisa, y aunque su mirada era color fría, esta y su sonría me expresaba calidez.
-Me llamo Michael,- saluda- ellos son mis amigos -los señala, ellos levantan su mano y también me regalan una sonrisa, de hecho, se veían bastante amigables.- Sus nombres son Luke, Ashton y Calum.
Yo asiento mientras señala a cada uno.
-¿Por qué estás tan sola?- Pregunta Michael.
Yo simplemente me encojo de hombros, en realidad no sé qué decir.
Desviamos nuestras miradas a la pantalla del televisor al cual le están aumentando el volumen y todos en el local miran atentamente a esta. En las noticias se muestra una mujer hablando del clima, comienza a caer una tormenta de nieve afuera, y parece que solo se agrandara por más tiempo.
-Parece que nos quedaremos aquí por un buen rato.- dice a todos la chica de la caja que me atendió. Sus compañeros de trabajos y todos en el local asienten.
-Ya que parece que estaremos aquí un buen rato… Podemos conocernos.- me dice Michael.
Entonces le sonrió. Su voz es algo tímida, al igual que su sonrisa. Sus amigos ya se encuentran hablando entre sí sin prestarnos atención.
-Sería una buena idea.- asiento y le sonrió.
Hasta ahora sigo pensando que lo fue. Porque esa tarde, con nieve afuera de la ventana, y nosotros dos hablando fue una de las mejores tardes. Era un chico muy dulce y tierno, sus ojos me expresaban confianza y su sonrisa complicidad. Y aun lo siguen haciendo.