Era habitual que Vegeta estuviera enojado.
Era el pan de cada día de su rival, Son Goku, procurar que el príncipe no perdiera los estribos. Frecuentemente fallaba en aquello; con su mera presencia era bastante para que Vegeta adoptara una conducta hostil.
Goku se hacía la idea que el soberano actuaba de tal manera hacia él ya que, supone, Vegeta ocultaba sus sentimientos hacia él.
Sentimientos de camaradería, pensaba el saiyajin de clase baja.
Por ello Goku sabía como lidiar con el temperamento de su rival, sabía que aquella manera tan peculiar de actuar era su forma de demostrar que le importaba. Pensaba que cualquier otra persona que no entendiera en verdad la manera de ser de Vegeta saldría huyendo de aquella "tóxica" situación. Por ello él se creía probablemente el único que entendía los sentimientos de el príncipe.
Él y por supuesto, Bulma.
Entendía la verdad de lo que sentía Vegeta, pero no entendía por qué hoy en especial, se comportaba de una manera excesivamente hostil contra él. El mismo comportamiento agresivo de siempre, pero poniéndole todo el empeño necesario para intentar demostrar "odio".
-Vegeta, ¿Qué es lo que te sucede?- decía Goku, molesto por aquel comportamiento careciente de razón aparente.
-Tú, Kakarotto- Goku no entendía por que las mejillas de Vegeta se tornaban de un color rojo.- ¡Tu presencia en si me llena de furia!
Goku creía que eso era demasiado extremista. Todo su comportamiento hacía él era exagerado.
En la mañana, por haber dormido dos minutos de más, Vegeta lo arrastró de la cama a la ducha y encendió el agua fría. A la hora de comenzar los quehaceres lo notaba distraído, algo distante, y a la hora de hacerle saber de ello, simplemente le gritaba que se "fuera al diablo" y que dejara de molestarlo. Lo que colmó el vaso fue cuando Goku, totalmente por accidente, rompió una de las escobas que usaban para barrer las afueras de el palacio de Bills. El príncipe, lleno de una aparente furia, le arrojó la escoba que él mismo tenía, rompiéndola; le gritaba lo inútil que era e insulto tras insulto.
Goku estaba a punto de enojarse en serio con Vegeta, hasta que recordó por que Vegeta se comportaba de aquella manera hacía él.
Escondiendo sus verdaderos sentimientos.
-Vegeta, no tienes por que tratarme así, yo sé que no me odias- se dio la vuelta para recoger ambas escobas rotas.- ¡Yo ya se lo que sientes verdaderamente por mi!
Casi en un segundo, Vegeta empalideció casi por completo, se hiperventilaba y se iba caminando derecho a la habitación que compartían. Goku no se detuvo.
-Eres un imbécil- murmuraba Vegeta, recuperando el color, y sonrojado hacia las puntas de sus orejas.
Vegeta se retiró finalmente, sin más que decir.
-Si que le afectó a Vegeta que le dijera que sabía que me ve como un amigo- pensaba mientras intentaba pegar los palos de escoba con cinta de embalaje.
Oh pobre tonto de Goku.
El héroe de la tierra no sabía que su rival estaba enamorado de él. Y que en este preciso momento él creía que ya lo sabía.
519 palabras.
Era habitual y rutinario que Goku y Vegeta tomaran una ducha.
Era habitual y rutinario que Goku se rehusara a bañarse a menos que fuera totalmente necesario, y que Vegeta le gritase que era necesario hacerlo todos los días.
Era habitual y rutinario que Vegeta se tardase dos horas en la ducha, dejándose llevar por sus pensamientos, y Goku rogándole que no tardara tanto en la ducha.
Era especial cuando ellos dos se tomaban un baño juntos.
Ambos dentro de una tina llena de agua tibia.
Viéndose de frente, Vegeta aplica champú en el cuero cabelludo de su pareja, haciendo un suave masaje, dejando a Goku mesmerizado y relajado. Luego el saiyan de clase baja repite el mismo proceso que el príncipe, dejándolo hipnotizado y suavizado.
Ambos tallaban el cuerpo de el otro con una esponja (de vez en cuando con sus propias manos) y con jabón. Llenando la tina de espuma y burbujas.
Goku jugueteaba con el agua, ya casi fría de tanto tiempo que llevaba. Vegeta le decía a su novio que parase, más el mismo no se detenía y jugueteaba junto a él.
Goku no se oponía a bañarse si era de ese modo, el sentir el toque delicado de Vegeta contra su piel hacía que su corazón latiera aceleradamente. Tocar su cuerpo lo dejaba enamorado, marcar sus músculos y sus cicatrices lo hacían sentir como en las nubes.
Vegeta deseaba quedarse todo el tiempo de el mundo dentro de la ducha con su amado. La manera en que alguien con movimientos tan brutos e impotentes pudiera tocar a su príncipe con tanta delicadeza, hacía derretir su difícil corazón. Tener al único hombre que ha amado de aquella manera tan cerca de él, poder sentir todo su hermoso cuerpo, lo dejaba amartelado; el mero hecho de amar al clase baja lo traía como si caminara en el aire.
El agua se estaba enfriando, más el ambiente se volvía cada vez más abrasador.
Salieron de la ducha, y fueron a hacer de las suyas.
333 palabras.
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KakaVege Week 2020 (Editando)
FanfictieKakaVege week written prompts. En español. Fan art de la portada por Favarass en Tumblr, coloreado por mi.