An fhìrinn.

3.2K 217 61
                                    





Varenna, Italia.


—Sólo esto - Sonrió a la chica joven que le entregaba el ramo de flores frescas —Gracias - Murmuró y caminó con pesadez hacia su pequeño departamento.

Lo repetía cómo todos los días, cada segundo que pasaba su vientre crecía más y más, cada día que despertaba se le hacía más difícil realizar cosas por su propia cuenta, parecía que iba a tener dos chicos enormes, parecía que en cualquier momento iba a explotar y no era para menos, ocho meses y medio no eran en vano.

Admirando el bello panorama que se le presentaba caminó a pasos lentos tratando de capturar los colores claros que el cielo le regalaba, rayos del sol se filtraban golpeando su rostro haciéndola sonreír. No podía esperar para tener a su pequeño bebé en sus brazos, su hijo sería cómo un rayo de sol en medio de tanta oscuridad.

Estaba por llegar cuando alguien pego su cuerpo contra un muro justo en la esquina de su calle, jadeó por el dolor que sintió en su vientre por el fuerte golpe, su rostro mostraba pánico pero todo aquello se esfumó cuando vio a Bruce.

—Bruce... ¿Dónde has estado? - Pregunto preocupada pero atacando también pues él había desaparecido mucho tiempo.

—¿Estás bien? - Preguntó preso del pánico. Se le veía aún más viejo, cansado y muy preocupado. Hacía un mes que Lauren no había tenido noticias de él.

—Sí, estamos bien pero ¿Tú? - Bruce veía hacia todos lados y luego de largos minutos suspiró con un poco de alivio —¿Qué ha sucedido?

—Necesitamos hablar Lauren, han sucedido muchas cosas y tienes que saber todo - El semblante de Lauren se tornó serio.

Bruce la llevó a la cafetería más lejana del vecindario no quería correr el riesgo de ser visto por Alec o alguno de sus hombres, no permitiría poner en riesgo el bienestar de Lauren o su bebé. Bruce después de tantos años había decidido actuar de la manera correcta, había decidido ser honesto y contarle a Lauren quién era él y sobretodo hablarle de todo lo que sabía de la familia real, Bruce sabía que sus días estaban contados pero haría justicia, haría lo correcto mientras estuviese con vida.

Sorprendida, enojada, decepcionada, preocupada y traicionada entre otros estados de ánimo más se mezclaron en el interior de Lauren Jauregui al escuchar cada detalle de la historia de Bruce el hombre que creyó su amigo y ahora dudaba que lo fuera, él había traicionado su confianza, él había guardado secretos que podía perjudicar a más de uno.

—Tienes que salir de aquí, Lauren - Bruce intentó tomar su mano pero la ojiverde se alejó recelosa —Alec está acechándote... él está en todas partes, no me perdonaría si algo te sucediera.

—¿Cómo puedo confiar en ti después de todo lo que me dijiste?

Se negaba a salir huyendo, si tenía que arriesgarse a regresar a Edimburgo lo haría, ahí estaba su hermana siendo retenida en contra de su voluntad y aunque Michelle se hubiese visto mezclada en todo aquel desastre nunca la abandonaría, si tenía que regresar y arriesgar su corazón lo haría para sacar a Bethia de todo aquel infierno en el que la obligaron a vivir.

Lauren juró a  sus padres mantener a salvo a su hermana gemela y ahora estaba fallando en el intento, Lauren mantendría a salvo a su familia.

Aún no terminaba de entender ni siquiera de procesar toda la información, ella siempre supo que Alec Craig no era un buen hombre pero, ¿Alistair Cabello? El Rey Cabello había actuado en contra de su propia hija, le había dado una puñalada por la espalda y todo había sido por la sed de poder.

Alistair Cabello había robado a su hija, la había engañado haciéndole ceder todos los derechos de sus empresas dejándola casi en la quiebra y a punto de ir a prisión. Lauren tenía que reconocer que estaba destrozada por enterarse todo lo que había pasado con Camila todo ese tiempo que no la había visto, le dolía saber que la vida de la morena se había desmoronado por completo, la amaba, aquello jamás iba a cambiar. Alistair Cabello aquel aberrante hombre no merecía el titulo de padre ni siquiera de Rey mucho menos de ser humano pues Bruce había relatado cómo Alistair había mantenido privada de su libertad a Bethia Connery desde que era apenas una adolescente.

KITTENSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora