1.-Boggart

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Dicen que un boggart ve tu alma y percibe en ella la esencia de tus miedos; asunto que a Harry le había quedado más que claro
en tercer año cuando tuvo que enfrentarse a más de uno, en sus clases de defensa contra las artes oscuras impartidas por el profesor Lupin. Pero observar a un boggart personificarse en él, era algo que jamás pensó ver. Sin duda era aterrador, por no decir espantoso, verse a sí mismo observando a alguien con una mirada cargada de odio y repulsión. Sin embargo, el hecho que más lo apabulló fue ver a la persona a la que iba dirigida esa mirada, ni más ni menos que a su antítesis: Draco Malfoy.

Harry se encontraba en una misión con sus compañeros aurores; tras el reporte de varios casos de avistamiento de aquellas criaturas el Ministerio decidió enviar a su destacamento fuera de Londres, específicamente a Inveraray, un pueblo antiguo ubicado en la localidad de Oban, al oeste de Escocia. El sitio era residencia de magos y brujas desde tiempos de los druidas, por lo que en el lugar convivían criaturas mágicas y humanos, hasta ese momento, en perfecta armonía. Este dato fue el que causó alarma en el Ministerio ya que durante mucho tiempo no se habían recibido informes de encuentros intempestivos con boggart, quienes vivían recluidos en las cuevas de las innumerables islas de la región.

Harry comandaba la misión, a petición explícita de la ministra Granger, quien luego de verlo en acción durante los últimos trece años, sabía que su mejor amigo era muy bueno en lo que hacía. Harry recordó con una sonrisa la conversación que había tenido con su amiga antes de salir de Londres.

- Los magos y brujas de Inveraray son del tipo wicca Harry- Dijo Hermione -. Ya sabes, de los que tienen una conexión especial con la naturaleza. - Harry asintió en silencio -. Es por esto que la situación me parece tan extraña; ellos prácticamente alimentan su magia con las criaturas del lugar, es fascinante.-

- Podrías calmarte Mione- Bufó Harry intentando no poner los ojos en blanco ante la avalancha de información casi textual que siempre acompañaba a un argumento de parte de su amiga -. Iremos e investigaremos las causas de este desajuste mágico.-

- Y tú te harás cargo- Señaló la mujer en tono autoritario.

- Yo me haré cargo, no te preocupes. - Harry le sonrió a la mujer, quien devolvió el gesto divertida -. Y ya deja de sermonearme como cuando íbamos en la escuela, ya tenemos treinta años Herms.-

- Entonces para la próxima no le pongas tantos peros a mis solicitudes Harry; además soy tu superior, puedo sermonearte todo lo que quiera- Dijo cruzándose de brazos y piernas en su silla tras el escritorio.

- Lo que usted ordene jefecita- Dijo Harry haciendo un saludo militar hacia la mujer, quien se rió de su actitud infantil -. Ahora si me disculpas, iré a preparar mis cosas para el viaje que será mañana temprano.-

- Cuídate Harry, y mantenme informada de los avances en la investigación- Dicho esto, se puso de pie y dio a Harry un corto abrazo -. Nos vemos en unos días.-

Hermione era excelente en su papel de ministra, siempre buscando justicia para todos. En los seis años que llevaba en su cargo, había realizado mejoras en muchas de las leyes de protección hacia todas las clases desvalidas del mundo mágico; por lo que contaba con un gran apoyo entre la comunidad, pero también con detractores, sobre todo de la parte más adinerada del mundo mágico. Harry no podía estar más orgulloso de su amiga, a la que por cierto cuidaba como si de una hermana se tratase, hecho que no le permitía negarle casi nada a la mujer. Por lo que se encontraba trabajando en uno de los parajes más hermosos que vio en su vida, sin poder disfrutar del lugar.

- Algún día vendré de vacaciones a este sitio- Pensó Harry observando la bahía del lago Fyne, bellamente iluminada a esas horas de la tarde.

Ya habían pasado dos días desde su arribo al lugar. Harry y su grupo recolectaron todos los testimonios que incluían a los boggart. La mayoría de las personas, habían logrado repeler a la criatura invocando el encantamiento Riddikulus aprendido en su estancia en Hogwarts, pero un par habían entrado en pánico siendo atacados por la bestia, resultando con múltiples heridas, pero sin riesgo vital. Aún así no tenían ningún indicio de la guarida de los seres ni de sus motivación para atacar a las personas.

Temor a lo desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora