El día en que te fuiste

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Era fin de semana, sábado, y Shouto estaba animado porque tendría otra cita con Katsuki, aunque ya haya tenido numerosas con aquel rubio siempre se emocionaba.

Eran las 11:15 a.m, la cita era a las 12:30 a.m, y el menor de los hermanos Todoroki ya estaba bajando las escaleras para comenzar su camino hacia el lugar donde acordaron verse.

Cruzando la calle, lo vio a él, a su hermoso rubio caminando desde una cuadra adelante de él. Así que corrió un poco para alcanzarlo y sorprenderlo, quizás.

Ya más cerca de este, rodeo el cuello del rubio con uno de sus brazos y lo atrajo para darle un beso en la mejilla.

Hola, Kats. – Dijo, mirando a ese ser que ama con todo su corazón.

Hola Shouchan, al parecer esta vez saliste temprano. – Dijo el rubio, calmado, como solía ser con el bicolor, y solo con el bicolor.

Sí, ya sabés, adoro verte así que no puedo evitar salir más temprano. – Le dió un beso en la frente, y comenzaron a caminar tomados de la mano.

Hubo un silencio bastante cómodo entre los dos, y solo se fijaban el camino y ellos, lo demás no existía.

Ya cuando llegaron al café, se sentaron en un balcón, donde podían ver un parque grande y hermoso, era uno al que iban seguido.

Luego de un tiempo, llegó una camarera y les pidió su orden.

Dos cafés y dos postres pequeños. – Dijo el bicolor mientras miraba como la chica que estaba allí tomaba nota, para luego irse.

Shouchan, ¿Qué mierdas vamos a hacer luego de tomar el café?

Podemos ir a dar un paseo al parque y luego ir a mi habitación. – Dijo el heterocromatico mientras pensaba en otras posibilidades.

Está bien, haremos eso.

Bien. – El bicolor no pudo evitar sonreírle al rubio, estaba feliz de que no dijera que tenía planes con sus amigos más tarde.

– Aquí están sus órdenes. – Dijo la camarera entregándole un café y un postre a cada uno.

Gracias. – Agradeció el ojirubí, sorprendiendo a Shouto.

Cuándo la camarera se fue, Katsuki habló.

¿Qué? ¿Tengo algo en la cara o qué mierda? – Dijo algo incómodo ya que el otro no le sacaba los ojos de encima.

Ah, no es nada, solo que no eres de agradecer y eso.

Aunque no lo creas, yo también puedo ser algo educado cuando quiero. – Le respondió el rubio sonriendo. – Tomemos esto, no quiero tomarlo frío.

Tienes razón.

Y comenzaron a tomar y comer un poco del postre, también hablaban de diversos temas. Esos chicos se adoraban y se amaban como nadie, y aunque sea un amor que sorprende a algunos, mientras ellos sean felices, todo está bien.

Todo estaría bien.

Luego de terminar, pidieron la cuenta y cada uno pagó una mitad, aunque el chico de cabello de dos colores no quería que el otro pagara. Se fueron del local y comenzaron su camino hacia aquel parque lleno de árboles y pequeños ríos.

Caminaban tranquilamente agarrados de la mano, disfrutando de aquel momento juntos.

– ¿Sabes Kats? Me gustaría que siempre podamos pasar el tiempo juntos de este modo. – Dijo aquel chico enamorado profundamente del rubio.

Recuerdos (Todobaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora