Obsession -HS-

1.

-No puedo creer que me rechazara.- Gloria movió su cabello con molestia y sólo asentí con la cabeza.- O sea, mirame.- se paró delante de mi, a mitad de pasillo de la Universidad y dio una vuelta en su propio eje.- ¿Acaso no soy una hermosura?

Contuve mis ganas de reír y le di la razón.- Lo eres, él es un tonto por no hacerte caso, pero vamos sigue caminando.- la tome de la mano y comencé a caminar de nuevo.

-¡Lo sé! Es obvio que necesita un exámen de la vista porque...

-Hola Daphne.- escuche decir detrás mío, Gloria y yo nos detuvimos y giramos hacia atrás para toparnos con él.

-Hola Harry.- sonreí y me dispuse a seguir mi camino junto a mi amiga pero su voz sonó de nuevo.

-Hoy te ves muy hermosa... b-bueno siempre te ves hermosa.- lo vi acomodar sus anteojos de manera nerviosa y reí.

-Es muy amable de tu parte Harry, gracias.

-D-de nada.- un silencio se posicionó entre nosotros y al ver que ya no diría nada me despedí rápidamente y seguí caminando.

-Ese chico se muere por ti.- miré a Gloria y me encogí de hombros.

-Sabe que tengo novio.- dije restandole importancia.

-¡Que va!, no es como si en estos tres años le haya importado mucho. Creo que deberías decirle que pare con su acoso o tendrá graves problemas con la policía.

-No seas tan extremista Gloria, el chico sólo me saludó como todos los días. No creo que deba preocuparme por él. Además, somos vecinos y amigos de la infancia, lo conozco lo suficiente para saber que no es capaz de hacer algo más que no sea saludarme.

-Yo sólo digo, cuando te secuestre y te haga suya a la fuerza, no me abstendre de decirte "Te lo dije".- negué mientras reía y acelere el paso cuando vi nuestro salón al final del pasillo.

Baje del autobús y crucé la calle para encaminarme a mi casa, me regañe internamente por haber olvidado las llaves de mi auto en la mochila de Gloria. Ahora tendría que pasar por mi auto hasta el lunes que abrieran el estacionamiento de la escuela.

Antes de llegar comencé a buscar las llaves de mi casa en mi mochila, no quise pararme en medio de la acera así que sólo tentaba dentro de la bolsa para encontrarlas, cuando finalmente las hallé apresure mis pasos para poder llegar más rápido.

Cuando por fin estuve dentro solté un suspiro de cansancio y me quite la mochila junto con los zapatos, encaminandome hasta la cocina.

Tomé un plato hondo y me serví un cereal. Mamá estaría regañandome de sólo imaginar que su hija come cereal al llegar de la Universidad. No tenía tiempo para hacerme algo decente. Pero ya no vivía con ella así que me ahorraba las excusas y los regaños de su parte.

Prendí mi celular y comencé a charlar con unos cuantos amigos, hasta que minutos después tocaron la puerta. Deje mi cuchara de nuevo en el plato y apague mi celular. ¿Quien podría ser? Me dirigí a abrir.

-Hola hermosa.- un chico de linda sonrisa salió detrás de una bolsa con lo que parecía comida china, sonreí y me acerqué a él.

-Hola hermoso.- bese sus labios y lo atraje para que entrara a la casa.

Con su pie cerró la puerta y con su mano libre me atrajo hacia él por la cintura, así hasta que decidimos separarnos.

-Te traje de comer, se nota que no te has hecho algo decente para cenar.

-¿Por qué lo dices?

-Tus labios saben a cereal con leche.- sonrió.- si tu mamá te viera...

-Ni me lo digas.- tomé la bolsa y nos encamine a la cocina de nuevo.- Sabes que sólo llego y me tomo unos minutos para "comer" y después hacer tarea, me meto a bañar y me voy...

-Te vas a trabajar, regresas a las cuatro de la mañana y duermes cinco horas para después alistarte de nuevo e ir a la Universidad.- me acerca a él y comienza a moverse de un lado a otro.- Así durante cinco días seguidos hasta que llega el fin de semana y puedes relajarte junto a tu hermoso novio quien te trae tu comida favorita y te acurruca en sus brazos mientras ven una película...

-Eres el mejor, ¿Te lo he dicho alguna vez?

-Siempre que estamos en tu cama, haciendo cosas sucias.- lo último lo susurró en mi oído. Reí y lo empujé.

-Pervertido... deja eso y trae dos platos y dos vasos, mientras yo voy y pongo tu serie favorita.

-Tu mandas patrona.- me guiña un ojo y comienza a hacer lo que le dije.

Cuando estoy a punto de prender el televisor mi puerta vuelve a sonar, dejo el control en la mesita de centro y voy a abrir. Me sorprendo cuando veo al chico de lentes.

-Hola Harry.- no puedo evitar mirarlo extrañada por su repentina visita.

-Buenas noches Daphne.- sonríe y sube sus anteojos con su mano izquierda.

-¿Se te ofrece algo?.- le sonrio de vuelta.

-Ehh, yo venía a traerte esto.- me extiende la caja de pizza que llevaba en su brazo derecho y abro los ojos sorprendida.- Se que es algo inoportuno pero mis padres no están y yo no se cocinar, aparte que no me gusta estar sólo y... b-bueno venía a ver si podíamos comer juntos, si t-tu no quieres... yo entiendo...

-¿Qué pasa amor? ¿Quien es?.- siento un brazo en mi hombro y la figura de Jake aparece junto a mi. Él mira a Harry.

-Es Harry, mi vecino.

-¡Ohhh! Hola hermano yo soy Jake el novio de Daphne, ella me ha contado mucho sobre ti.- Jake le da la mano y Harry se ve bastante sorprendido. Al final la toma bastante tímido.

-¿Ella h-habla de mi?.- tartamudea con un pequeño sonrojo y yo sonrio.

-Si, me contó que se conocen desde pequeños, que ha sido una gran coincidencia encontrarte de nuevo después de que se cambió de casa.

-Oh si, esto...- mira sus pies de manera incómoda y yo le doy un golpe a Jake para que se calle. Él me mira inocente.

-Harry estábamos a punto de comer, Jake compro comida china ¿No nos quieres acompañar?.- suelto y él levanta la mirada algo cohibido.

-No lo sé, siento que seré un estorbo...

-¿Pero qué dices hombre?.- Jake sale y lo toma de los hombros, me hago a un lado cuando lo empuja para que entre. Cierro la puerta y observo a los dos chicos.

Harry mira todo detenidamente a su alrededor y se sube de nuevo sus enormes anteojos. Sus ojos acaban en los míos y yo le sonrió.

-Tu casa es muy bonita Daphne.- menciona después de unos segundos en total silencio.

-¿Qué? ¿Daphne nunca te ha invitado a su casa?.- Jake abre la boca de manera dramática y me mira decepcionado.- Disculpa a mi novia, a veces se le olvida ser amigable con las personas.

-No importa.- Harry sube por cuarta vez en el día sus lentes y sonríe.- Nunca se ha dado la oportunidad.

-Pero ahora si.- mi nada delicado novio tomó la caja de pizza de las manos de Harry y con su brazo izquierdo empujó al chico a la sala de estar, donde lo obligó a sentarse frente al televisor.

-Yo iré por otro plato y otro vaso.- avise pero ninguno de los dos me puso atención.

Cuando estaba apuntó de salir de la cocina escuche a los dos chicos hablar.

-¿Por qué no te gusta quedarte sólo en tu casa?.- ese por supuesto que era Jake.

-Pasó algo cuando era pequeño y desde entonces procuro no quedarme sólo en casa.

-¿Puedo saber que te pasó?.- es tan chismoso.

-No me gusta hablar de eso, me hace recordarlo a él.

-¿A quién?

-A Edward.