8.

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Después de llegar a la casa de Jake, su interrogatorio no se hizo esperar. Conté lo que había leído y lo que pasó antes de llamarlo. En ningún momento dejó de prestarme atención.

-¿Estas segura que eso no estaba escrito ya?

-Estoy segura que no deje el diario abierto sobre mi cama justo en esa página con eso escrito.- bebí de mi café y bajé la mirada al plato de galletas que Jake me había dejado minutos antes.

-¿Vas a ir a trabajar? Si quieres puedo hablar con tu jefe....

-Debo ir, no puedo mantenerme escondida todo el tiempo.- deje la taza a un lado y suspire.- Posiblemente es una tonta broma y yo lo estoy tomando de una manera muy dramática.

-Daphne...

-Perdón por llamarte y hacerte dejar tu trabajo, esto fue algo muy estúpido.- sin poder evitarlo comencé a llorar. Seguía algo sensible por lo del día anterior así que sólo deje que Jake me abrazara.

-Lo que paso ayer no fue estúpido, no digas tonterías.- cerré los ojos al compás de las caricias que hacia sobre mi cabeza y por su perfume impregnado en su ropa.- Ya sea una broma o no, yo no sabría que hacer si te pasa algo.

-Jake.- Me alejó de él y se inclinó para quedar frente a frente.

-Aunque sea el ruido de una rata en tu cocina, una rama golpeado la ventana o simplemente tu imaginación no quiero que dudes en llamarme en ningún momento, ¿Entiendes?.- asentí lentamente y me lancé a abrazarlo.

-Te amo.

-Yo también te amo.






Regresamos a mi casa a las cinco de la tarde, Jake decidió quedarse en mi casa por el resto de la semana sólo para que mi pánico pasara. En todo momento estuve al tanto de cada objeto que había en mi casa, asegurandome que todo estuviera en su lugar.

Cuando Jake entró a la cocina yo decidí ir directo a mi habitación. Sentía algo de curiosidad por ver si el diario seguía ahí, así que sin demora recorrí todo el pasillo hasta mi cuarto.

-¿Pero qué...?

¡El diario no estaba! Por ningún lado. Busque debajo de mi cama, en los cajones y entre las sábanas pero no encontré nada. Comencé a entrar en pánico de nuevo.

Al dar un paso hacia atrás para salir del cuarto, mi pie piso algo. Al bajar la mirada vi que se trataba de una hoja que reconocí como una de las que tenía el diario, con algo de miedo la levanté y la gire para ver que tenía escrito del otro lado.

"Shh, esto es nuestro pequeño secreto.

Habla y te quedarás sin lengua cariño".

Arrugue la hoja en mis manos cuando oí la voz de Jake en el pasillo. Rápidamente la escondí debajo de la almohada.

-Aquí estoy.- solté un suspiro y cuando él entró yo le sonreí.

-¿Estas bien? Te estoy hablando desde hace rato.

-Lo siento, no te escuche.

-Esta bien.- me sonrió y cuando estabamos a punto de salir de la habitación se detuvo.- ¿Oye y el diario?

-Lo tire, no quiero tenerlo cerca de mi de nuevo. No preguntes más por favor.

-No lo haré.- dijo algo confundido pero no habló más.








-Estaba pensando en ir a rellenar tu alacena, ¡No tienes nada! ¿Cómo piensas que sobrevivire aquí sin comida?

Observe a Jake moverse de un lado al otro con una hoja y una pluma mientras anotaba lo que "según él" necesitamos para la semana. Tome asiento en una silla y saque mi celular para distraerme un rato hasta que llegara el momento de ir al supermercado.

Estaba apuntó de meterme a Instagram cuando un mensaje llegó, un número desconocido. Trague saliva y algo paranoica lo abrí.


Hola
(Enviado a las 6:35 p.m)

Fruncí el ceño, por obvias razones no conteste y simplemente me salí de la bandeja de mensajes. Fuera quien fuera no estaba con ánimos de aguantar algún tipo de broma o un servicio que no necesitaba y en todo caso fuera equivocado.

Por lo menos recibí tres mensajes más del mismo número, hasta que después de varios minutos la persona me llamó. En ese instante me congele, los pensamientos de quien pudiera ser se acumulaban en mi cabeza de sobremanera. Le eche un vistazo a Jake pero parecía bastante concentrado con su lista de víveres así que salí de la cocina y deslice el botón verde para contestar.

Cuando lo coloque sobre mi oreja espere pacientemente a escuchar algo del otro lado pero sólo había silencio. Suspire algo molesta pensando que se trataba de alguna broma de mal gusto así que me dispuse a colgar hasta que una voz se alzó dentro de la linea.

-Hasta que contestas, ¿Es que acaso no me extrañas, cariño?


Obsession -HS-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora