Mi Rutina

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Esto de levantarse a las cinco de la mañana me está matando, pero asi empieza mi día, con una taza de café y un panecillo, ¡ODIO LA ESCUELA!
Estoy de acuerdo con que el gobierno apoye al estudio pero, ¿porque debería ser en la mañana?, cuando sea presidenta haré que los alumnos estudien en sus casas y pueden hacerlo a la hora que ellos quieran.
Si, si, lo sé, suena estúpido pero es eso o me torturo levantándome temprano.

Eddie, un chico que conocí en la escuela se ofreció a pasar por mi todas las mañanas en su Chevrolet.
Al escuchar la bocina del carro, agarré mi maleta y salí corriendo.
Dentro de mi estaba contenta, sabía que dentro de poco llegarían las vacaciones y me liberaría de esa pequeña pero infernal escuela.

-Te ves fatal- musitó Eddie

-Gracias, es un don - respondí divertida

Habíamos llegado un poco tarde, salí lo más pronto posible del auto que apenas pude agradecerle a Eddie por traerme pero llegué justo a mi primera clase, Atletismo.
La verdad es que no era tan mala en Atletismo pero realmente no me gustaba.
Hicimos algunas pruebas de velocidad y una serie de ejercicios asfixiantes, ha tan solo cinco minutos de finalizar la clase, sentí nuevamente esa intensidad, hasta que volteé a ver y si, no me equivocaba, estabas tú perforandome con la mirada, ¿Es que no te cansabas de mirarme?, no sé que quería demostrar pero no estaba logrando nada, cada vez me sentía más incómoda pero traté de ignorarlo hasta que finalmente nos mandaron a ducharnos.

Seguía la clase de Inglés, seguido de Matemáticas.
En el receso me vi con mis dos grandes amigos Pablo y Sergio, somos muy unidos, casi siempre hacemos los trabajos juntos y los aprecio mucho, al llegar a esta desconocida escuela, fueron ellos que se me acercaron y me hicieron sentir como si fuese una de ellos.

Nos sentamos en el mismo lugar de todos los días a deleitarnos con nuestros almuerzos, algunas trivialidades para distraernos y divertirnos un poco, siempre hacíamos lo mismo.

Entramos a clases que ahora era Química, no era tan buena en esa materia y para ser verdad, me aburría.
Y terminamos el día con Lenguaje.

Al recoger mis cosas para por fin regresar a mi cómodo hogar, te vi o bueno, nos vimos.
Realmente ya estaba acostumbrada a que en todas las salidas te pararas en el mismo sitio a contemplarme, eras parte de mi rutina Julián, nunca faltaba tus miradas intensas que sin mentir, me movían el suelo.

Eddie me espero a la salida, en serio apreciaba mucho que me llevara, es un gran amigo.
Al llegar a mi humilde morada, me recosté en mi cama para dedicarme un tiempo en pensar en tus miradas que todos los días me lanzabas, que me devoraban y a decir verdad, me excitaban pero sabía que más allá de una mirada, no pasará.

Eras un misterio por descubrir, me intrigabas, tenía muchas preguntas, ¿Quién eres?, ¿Porqué me mirabas?, ¿Qué tenía de especial?, de tantas chicas en la escuela, tú solo te fijaste en mi, ¿Porque?
En fin, solo serán preguntas sin respuestas, realmente eres un enigma y siempre fue así, me distorsionabas la mente, me descolocabas del sitio, me elevabas tanto que aveces no sentía mis pies sobre la tierra, alborotabas mis neuronas, probovabas muchos sentimientos en mi que nunca los había experimentado y aveces sentía que ya no podía más, me iba a volver loca... pero de amor, por eso y mucho, Odio Amarte.

Odio Amarte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora