Capítulo 2

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No es difícil poder describir como una persona puede sentirse después de ser engañado. Tal vez las circunstancias en las que se descubre pueden ser distintas pero nada de eso cambia el hecho de la acción.

Seokjin no era de piedra. Podía sentir como cualquier persona el dolor, lloraba como cualquier persona, gritaba como cualquiera. Seokjin era una persona como cualquier otra.

Él nunca se había limitado a expresar sus emociones. La primera persona a quien le demostró eso fue a Jimin, quien se volvió su mejor amigo durante el periodo de la carrera que ambos estudiaban.

Su amigo lo escuchaba así no tuviera nada que decir. Jin apreciaba el tener una persona como Jimin en su vida y era el único que no lo criticaba cuando lloraba por cualquier cosa tonta, se enojaba o reía tan ruidosamente, nada de eso les afectaba, por eso se hicieron muy buenos amigos.

Pero justo ahora Jin sentía que las lágrimas, los gritos y la tristeza se apoderaban de él día con día. El engaño de parte de Yoongi fue algo que nunca esperó en su relación, sabía que no todo era perfecto pero no tenían un problema demasiado grande como para llegar a eso, al menos él no lo veía de ese modo.

Aún tenía en la cabeza la viva imagen de él llegando del trabajo, subiendo las escaleras buscando a Yoongi y deteniéndose poco a poco al escuchar gemidos. Con el pánico apoderándose de él volvió a caminar hasta abrir la puerta de la habitación y encontrar a su hermano con su novio. Los dos. Juntos. Desnudos en la cama. En su cama.

Seokjin trataba de borrar esa imagen de la cabeza pero le era imposible, ni porque estaba ocupado cocinando se le podían borrar.

Se arrepentía de haber llevado a su hermano a vivir con ellos, bueno, tampoco iba a negarle a su hermano vivir ahí cuando tenía un aprieto de la renta pero jamás pensó que él fuera la persona con la cual Yoongi se acostaría y arruinaría su noviazgo, su vida y su amor por Yoongi.

—Si tan solo no te hubiera traído.

Pero él hubiera no existe.

Al descubrirlos los corrió de la casa y tiró las cosas de ambos a la calle, no supo que hicieron los dos para recuperarlas ya que se la pasó encerrado dos días sin salir.

Jimin estuvo ahí, estuvo con él en ese momento y agradeció que el de cabello naranja no lo abandonara porque si eso pasaba estaba seguro que terminaría incendiando la casa debido a que le daba asco entrar a su propia habitación.

Pero Jimin lo ayudó, ambos limpiaron la casa a petición del mayor, limpiaron hasta el más mínimo rincón para borrar esa suciedad de la que Jin hablaba.

Después de eso empezó a recibir llamadas de Yoongi y de Taehyung pidiéndole que los escuchara y les dejara aclarar lo que pasó, pero el no contestó, no quería saber nada de ninguno de los.

Por el momento no quería hablar con Yoongi ni con nadie, no quería escucharlos, solo quería estar solo y aclarar sus pensamientos y sus sentimientos. Quería tiempo solo.

Aunque solo quería a una persona a su lado.

A Jimin.

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Con cada trago que Yoongi se llevaba a los labios sentía que su alma se quemaba. Sabía que la solución no era beber pero no podía evitarlo, ni siquiera podía evitar llorar mientras pedía trago tras trago.

Los demás lo miraban como el típico borracho despechado en el amor, como el típico borracho que ahogaba sus penas en alcohol. Y bueno, no se estaban equivocando.

¿Quieres estar conmigo? - MinJin. JinMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora