Capítulo 9

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Yo les dije que las cosas se ponian tristes, la cara de Jimin lo dice todo arriba.



No estaba en sus planes que Yoongi supiera la verdad. Nunca en su cabeza llegó a pensar que Yoongi lo sabría antes que el mismo Jin, pero la misma desesperación y el enojo que sintió en ese momento lo llevaron a que dijera todo lo que sentía sobre Jin.

Jimin está frustrado, lo estaba por que ahora su secreto lo sabía la persona que tanto daño le había hecho a Seokjin. Miles de pensamientos llegaron a su cabeza y uno de ellos era que el mismo Yoongi podía ir corriendo a decirle eso a Jin.

Estaba jodido.

Su amigo se enteraría de todo y vendría el interrogatorio. Si antes estaba evitando a Jin, ahora era peor. No sabía ni que decirle.

Jamás en su vida había sido tan obvio como lo fue hace unas horas, ni siquiera a Jin le había dado pistas de su gran amor y se le ocurre soltar la lengua de esa manera.

"Maldito, Yoongi. Maldito. Maldito. Maldito"

Jimin ni si quiera comió nada esa noche, no tenía hambre, no tenía sueño, no tenía ganas de nada. Lo único que tenía era a Jin en su cabeza dando vueltas y vueltas.

Tuvo miedo. Miedo al imaginarse que Jin podría dejar de hablarlo para siempre si se enterara por Yoongi sobre todo. Aunque, probablemente el rubio no se lo había podido decir ya que Jin no quería hablar con él.

Ahí había una oportunidad de Jimin.

Sin embargo estaba consciente de que no podía dejar de hablar a Jin por siempre. Su amigo le mandaba mensaje tras mensaje pidiendo verse y hablar y él tenía que enfrentar las cosas tarde y temprano. Que mejor manera que enfrentarlas y decirle la verdad.

Jimin lo sabía, debía confesarle a Jin todo lo que sentía. Debía decirle cuanto lo amaba y estaba loco por él. Debía decírselo de su propia boca. No podía seguir teniendo esto en su pecho por toda la vida, no era bueno ver como Jin era de otro y no de él.

Se levantó de la cama y fue hasta le ventana para fumar. Necesitaba decirle a Jin todo, necesitaba explicarle cada una de las razones del por qué todos estos años solo se había conformado con ser su mejor amigo y por qué esa noche tampoco se detuvo para hacerle el amor.

Sonrió sin querer al recordar ese momento. Los gestos de Seokjin, sus caricias, su cuerpo desnudo, sus gemidos, la forma en la que dormía tan plácidamente. Todo. Jimin imaginó lo bello que sería despertar cada mañana y estar alado de ese hombre.

Jimin lo amaba demasiado.

Por eso se armó de valor y se juró a si mismo que en cuanto saliera el sol, iría a su casa y le confesaría todo. Lo amaba y lo necesitaba demasiado como para dejarlo ir y que siguiera sufriendo.

Jimin solo quería que Jin lo besara y lo abrazara, que le dijera que también le correspondería o que por lo menos lo intentarían. Pero sobre todo quería que le dijera que también lo amaba.

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Estaba listo, había tomado sus llaves con algo de nervios y una pequeña sonrisa en su cara, no iba a negar que estaba nervioso y al mismo tiempo asustado. Jin le iba a reclamar tantas cosas pero eso ya no le preocupaba tanto si le iba a confesar todo.

Estaba emocionado y no sabía que pablaras usar, no era fácil para el después de muchos años poder confesarse y menos a Jin. No al gran amor de su vida.

¿Quieres estar conmigo? - MinJin. JinMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora