"Periodo de Concentración"

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Esquina donde se cruzan la calle 21 con la Washington

– Jennie Ruby Jane Kim ¿Quieres casarte conmigo? – la rubia abrió la cajita revelando un hermoso anillo.

Jennie quería gritar "SIIIII", quería saltar por los edificios, llegar a las nubes y alcanzar el cielo y gritar a viva voz "SI QUIERO", pero el problema era que la voz no le salía. Lisa, su Lisa, la mujer de su sueños, su bestia, la persona que le enseña a amar cada día como si fuera el último, estaba en una rodilla, con un hermoso y costoso anillo en la mano, proponiéndole matrimonio y lo único que Jennie podía hacer era absorber todo el amor de la mirada de la rubia. Trató de contestar, pero simplemente no se escuchaba sonido alguno, de repente sintió como el cuerpo se le debilitaba y las piernas empezaban a fallarle.

Gracias a Dios unos brazos la sostuvieron. Lisa se había parado y la tenía abrazada por la cintura 

- Ey – le puso una mano en la frente – Te tengo cariño. Tranquila no te voy a soltar – Jennie era de tez clara pero claramente, la rubia, pudo ver como caía aun más el color de su chica – Ven, nos vamos a arrodillar juntas ¿Si? – Lisa apoyó sus dos rodillas sobre la alfombra y sostuvo a su novia con ella. Cuando la fotógrafa se sintió a salvo dejó de hacer fuerza y no se opuso a que Lisa la sostuviera - ¿Te sientes muy mal amor? – Lisa besó su frente.

- Si – salió como un susurró pero finalmente lo dijo.

- ¡Dios! ¿ALGUIEN PUEDE LLAMAR UNA AMB…?

Jennie le tapó la boca con su mano - Que si me quiero casar contigo – la morena se estaba recuperando

- ¿Qué dijiste? ¿Estás bien o estás delirando? – Lisa todavía seguía pensando en el tóxico asesino.

Jennie rió por la pregunta de su novia - ¡SI ME QUIERO CASA CONTIGO! – por fin la voz le salía como quería.

Liaa le agarró la cara y ambas miradas se encontraron – Prometo que te voy a hacer la mujer más feliz del mundo – le dijo

- Como es que ya lo soy entonces – le contestó Jennie - ¡Quiero mi anillo mujer! – jugueteó

Lisa volvió a abrir la cajita y sacó la joya para colocársela suavemente sobre el dedo de su novia – Te amo – agregó.

- Menos mal, porque yo a ti te amo aun más – y la rubia cerró su propuesta con un beso. Aunque aún se podía escuchar los aplausos, silbidos y gritos de sus amigos y conocidos, ambas mujeres se besaban al ritmo del latido de sus dos corazones.

- Mami se quiere tragar a mamá como una boba constructora – fue el comentario de Ella que hizo separar a sus madres.

- Tengo que evitar que se siga juntando con Wendy – comentó la rubia mientras ayudaba a su novia a levantarse.

- ¿Ya podemos felicitarlas? – Chae llevaba un buen rato aguantándose las ganas de saltar a abrazar a sus amigas.

Después de abrazar a sus amigos, Jennie llegó a la notebook que sostenía Moon - ¡Mamá! ¡Papá! ...¡ESTOY COMPROMETIDA! – gritó.

- Lo sabemos cariño – habló Roger – tu madre estuvo llorando desde que Lisa se comunicó con nosotros para pedirnos permiso – contó el hombre.

- ¿Les pidió permiso? – Jennie se dio vuelta para ver como las compañeras de equipo de Lisa la estaban tirando para arriba para luego agarrarla, tipo trampolín humano.

- A mi también me pidió permiso – comentó Ella

- Y a nosotras – Esta fue Chaeyoung – Cuando llegó a casa a las siete de la mañana, Jichu casi la mata, pero cuando nos dijo para que era se largó a llorar – agregó.

Cuándo, Dónde y Cómo el Amor QuieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora