Capitulo 52

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-¿Las estás mirando, Chaewon?- La ahora rubia Yuri reclamaba a su amiga, las dos entrenando en el campo de fútbol.- ¡Chaewon!  

La pelirroja dejó de estirar para darle la atención a su mejor amiga.  

-¿No ves que estoy ocupada, aquí?- Señaló la posición en la cual se encontraba, con la pierna estirada hasta arriba al igual que un gato.

Yuri apretó los labios, señalando a las gradas, nada feliz por la falta de interés.

-¡Lo mío es más importante!- Rectificó, clavando sus ojos en el pequeño grupito de tercer año.- ¡Sólo míralas, parecen buitres!

Chaewon decidió obedecer a su amiga, para que dejara el berrinche.

Llevaba una hora soportando las quejas interminables de la rubia sobre las niñitas en las gradas que rondaban a su novia.

Si, eso. Yuri y Yena llevaban un tiempo de novias, prácticamente meses. Ahora las dos cursaban su último año en la secundaria, habían iniciado clases tan solo hace unas dos semanas. La rubia se sentía nostálgica al pensar que este año se graduarían. Pero, Yena. Era una novia creativa, cariñosa, atenta, inteligente, hermosa, perfecta, con ojos profundos.

Yuri podía durar horas enumerando cada virtud que amaba de la mayor. Y era sexy, no mal interpreten. Yuri siempre la había considerado atractiva, pero últimamente las personas comenzaban a notarlo también, exageradamente.  

La rubia maldecía el día en que no detuvo a su novia, cuando Yena quiso iniciar ejercicios en el gimnasio cercano a su casa, se arrepiente. Antes, apoyó la idea por el simple hecho de que para ella todo lo que hacía Yena le salía bien y además, así podría ver su abdomen aún más marcado.

Ahora, sabe que fue un error. Ya que la pelimagneta había adquirido un cuerpo atlético muy provocativo, sonreía y sus ojos brillaban todo el tiempo. Yuri sabía tanta alegría de su novia era por ella pero hacía parecer a Yena más atractiva de lo estrictamente prohibido y eso no le agradaba ni un poco.  

No por ella, claro que no. Yuri seguía enamorada hasta la médula de esa chica de ojos marrones. Era por las chicas, chicos y más chicas, por todas partes. ¡Se multiplicaban como conejos!

Acosaban a la pobre Yena de arriba para abajo, sin importarles si quiera o parecer tener consciencia de que la pelimagneta tenía una novia muy celosa y que en cualquier momento podrían sufrir una muerte "accidental".  

Ósea ¿Desde cuándo asistían tantas chicas gays a su instituto? ¿Era posible o sólo se les caía la tanga por Yena? ¡Qué rabia! Yuri no se preocupaba tanto por Yena, la mayor respiraba y sonreía por ella solamente, obvio. Aun así, no podía evitar sentir la sangre hervirle en las venas y los impulsos homicidas acudir a ella, al verla cerca de chicas que obviamente querían llevársela a la cama.  

Nuevamente en Chaewon. La pelirroja entrecerró los ojos, ubicando al grupo de la pelimagneta en las gradas más cercanas. 

Yena reía con Minju, Chaewon sonrió como idiota al verla, mientras que un grupo de... Cinco chicas, contó, intentaban charlar con la mayor. Yuri esperaba, con las manos en la cadera, sin importarle un poco el estiramiento. Primero su novia, antes que todo. 

-¿Ves? ¿Verdad que son unas zorras?- Fulminó con sus ojos chocolates a las chicas, considerando terminar temprano el entrenamiento y darle una severa charla de protección contra acosadoras a Yena.  

-Son menores que nosotras- Declaró la chica de ojos miel y era cierto, esas chicas tenían quince años.  

-Dale, entonces son unas zorritas- Dijo Yuri sarcásticamente, nada conforme por la tranquilidad de su amiga.

Rivales • YulYenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora