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<<La delicia de tus besos, la suavidad de tu piel y la ternura de tu mirar. >>

°°°

—Entonces, este sujeto es tu... ¿Pareja?

Ladee mi cuerpo hacia un lado mientras miraba hacia mi mejor amiga.

—No lo es –suspire mientras me sentaba en una silla con la vista a mis manos– la verdad es que no sé cómo hacer para no herir los sentimientos de K, o si pensar en darme una oportunidad en confiar en él para una aventura o sea lo que sea que quiera

— ¿Y qué pasa con el rubio?

—Es el hijo de la mejor amiga de la infancia de mi madre, nada más que eso

—Me es atractivo

— ¿Te gustó?

—Me es atractivo para que sea tu pareja –la miré sin gracia– me gusta para ti –hice una mueca– ¿Que?

—A él no le van los chicos, además, no. Sé que debo darme una oportunidad, pero será cuando las cosas no estén tan estresantes como las tengo en estos momentos, no lo sé

Ochako sonrió un poco y palmeo mi brazo, luego ambos comenzamos a seguir rellenando unos papeles. Mientras hacíamos eso, platicábamos de cualquier cosa, como el último viaje que tuvimos juntos, justo cuando toda esta peste comenzó, le hablé un poco de Shoto y Toshinori, así como ella igual me contó sus aventuras con los pacientes que llegaba atender, ella era bisexual y muy abierta de mente.

Donde me tocó quedarme era junto con Shoto y Shinso, así que me reuní con ellos y el rubio en la pequeña habitación que nos tocó. Me quite mis ropas hasta quedar en una camisa sin mangas y mis calzoncillos, me metí en la bolsa de dormir y desee las buenas noches para los tres que estaban poniéndose cómodos.

Los días fueron demasiado rápidos ahí, tuvimos que preparar nuestras cosas antes de irnos, y con ello también me dieron una ropa distinta, era como la que todos ellos usaban ahora, solo que un poco distinta; una camisa verde con mangas largas y algunas rayas negras y un pantalón negro, unas botas negras con detalles en rojo, además de una chaqueta de un verde casi negro, me puse el pañuelo y un gorro del mismo color además de unos guantes sin cubrir los dedos, Aizawa me pasó distintas armas que había empezado a saber usar y Toshinori un pañuelo con una pequeña cruz roja la cual el rubio me amarró en el brazo derecho.

Ya me había despedido de Ochako por lo que solamente la abrace con fuerza y le prometí vernos pronto. Algunos se quedaron en el lugar como también otros se unieron a nosotros. Éramos alrededor de 20 personas las que ahora íbamos hacia el campo 20.

—Hey Dulcecito –saludó K– te vez bien

Le sonreí y asentí, mirando hacia el frente después donde los líderes murmuraban entre sí. Pronto Aizawa se puso al frente y Toshinori se puso a un lado esperando a que pasáramos para ponerse hasta el final, por órdenes de ellos yo me fuí en el medio de todos, al lado del rubio quién usaba ropa distinta; eran unos pantalones militares negros con algunos bolsillos donde se qué trae distintas armas, una camisa sin mangas negra ceñida al cuerpo, la chaqueta que le habían dado estaba amarrada en su cintura, unas botas gruesas negras, guantes que cubrían sus manos, un pañuelo estaba en su brazo derecho y otros en la cara cubriendo su rostro, todos negros. Lo que más llamaba mi atención eran los pendientes rojos en sus orejas. Eso y sus tatuajes que no he podido ver bien debido a que siempre me cacha cuando quiero ver qué son.
Cuando la noche nos llegó, Aizawa ordenó seguir, había luna por los que podíamos ver en el camino.

Salvation 《Katsudeku》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora