The Police | Adrinette

Capítulo 5

Decir que estaba nervioso era poco. Creo que esta es la misión más importante de todas a las que hemos hecho. No sabía si aquel cretino decía la verdad o no. Si solo usó a mi hermano para sacarle dinero estoy seguro de que mínimo iba a tener cuarenta años de cárcel.

Seguíamos cuadrando algunas cosas sobre el plan de rescate. Cuando terminamos de hacerlo, Félix recibió una llamada, era un número privado.

Sin pensárselo dos veces contestó y lo puso en altavoz, mientras intentábamos rastrear la llamada, que sea un número privado, no significa que no se pueda rastrear.

-Veo que tienes prisa, ¿algún motivo en especial?

-Dejate de mierdas y habla.

-Cuidadito como me hablas, niño.

-¿Está bien? ¿Ella está bien?

-Maravillosamente. La verás en cuanto tenga el dinero que te pedí.

Félix nos miró a todos, y le hicimos señas para que continuara con la llamada, aún no conseguíamos dar con él. Pero con la llamada se me ocurrió una idea para descubrir quien era quien tenía secuestrada a Emilie. Ya la llevaría acabo más adelante.

-¿Dónde quieres que lleve el dinero?

-Le pont des Arts.

No dijo un sitio público por nada, sabe que podría haber algún inocente herido. Y eso es lo que menos necesitamos.

-Ahí lo tendrás.

-A las 20:30, ni un minuto más ni un minuto menos.

Félix nos miró, ya sabíamos la localización de aquel infeliz.

-De acuerdo.

Y colgó. Me sentía eufórico. Puede que después de tantos años, pueda volver a ver a mi madre.

-Está en esta dirección. -Dijo Marinette para darle papel a Félix en donde se encontraba. Estaba a unas cinco manzanas de aquí.

-Bien, repasemos de nuevo. Alya y yo iremos a esta dirección a buscar a Emilie. Luka y Adrien protegerán las espaldas de Félix y Nino guiará la patrulla para que ese gilipollas no tenga escapatoria. ¿Alguna duda?

-Creo que Luka y yo deberíamos disfrazamos, para pasar desapercibidos, en el caso de que consiga reconocernos. -Me parecía lo más lógico. Nuestra agencia era la más conocida de todo París.

-Me parece bien.

......

Era ya la hora. Luka se encontraba en una esquina del Le pont des Arts y yo en el otro. Luka se había puesto una peluca castaña, lentillas verdes y se había vestido con una una camiseta blanca, una chaqueta negra, del mismo color que los pantalones y sus zapatillas.

Yo me puse una lentillas rojas, peluca pelirroja y ropa de mi hermano.

Estábamos esperando a que llegara, yo leía un periódico a modos de distracción mientras me tomaba un helado. Y Luka jugaba con su móvil. Todos nos comunicabamos por el pequeño transmisor que nos tuvimos que meter dentro del oído, lo suficiente para que no se viera.

Vi una silueta. Cuando pude le vi la cara, era el mismo desgraciado que había hablado por teléfono. Su rostro no me era conocido. Gracias a los transmisores que teníamos en los oídos podíamos oír la conversación que tenía Félix con ese desconocido.

-Te daré el dinero, pero quiero la dirección de donde se encuentra mi madre. Sino lanzaré el dinero al río. Y créeme, me da igual que se trate de miles de euros, me siento capaz de hacerlo. -Dijo de forma autoritaria el de ojos grisáceos.