Capítulo 2

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Mandamos a otro equipo de la agencia a arrestar a Theo, consiguieron rastrearle. Mientras ellos se ocuparon de ese tema, nosotros fuimos hacia la fábrica abandonada. Según nos había contado Marinette, ella iba allí a hacer pellas con Nathaniel, montaban fiestas con otros alumnos y se iban también de botellón.

Paramos el coche a unos poco metros de distancia del lugar de  encuentro.

—Bien, yo iré ya a por los padres de Marinette, en caso de que necesite ayuda hablaremos por el walkie-talkie.—Dijo Alya.

—De acuerdo, yo lo mantendré en silencio, guardaré una pistola si ocurre algo. —Afirmó Marinette.

—¿Llevas el chaleco antibalas de bajo? —Pregunté, aunque Luka estuviese cubriendole las espaldas, quería que estuviese más protegida, en el caso en que las cosas se pongan feas para Luka y no pueda intervenir.

—Sí, y tengo otra pistola guardada por si acaso. —Dijo Marinette divertida.

No se que tiene eso de gracioso, será que ya perdí el sentido del humor.

—Eh, ¿por qué te da gracia? —Pregunté.

—Pues... —Soltó una pequeña carcajada.

Tardé unos pequeños segundos en entenderlo, cuando lo entendí me sonrojé, ella lo tenía dentro de su sujetador.

—Retiro lo dicho—Dije rojo.

Todos dieron una gran carcajada, les daba gracia mi inocencia en algunos casos.

—Bien, vayamos a por el pelo de menstruación. —Añadió Luka.

Todos giramos los ojos mientras nos reíamos un poco. Luka nunca cambiaría.

Alya fue detrás de la fábrica, había una salida de emergencia, que fue por donde pudo acceder.

Cuando entró a la fábrica, cogió el walkie-talkie.

Marinette

Estoy dentro, voy a buscarlos. Podéis empezar ya con el plan. —Afirmó la morena.

—Yo iré ya al sitio de encuentro, lo más seguro es que Nathaniel ya me esté esperando.

—Tened cuidado. —Dijo el moreno.

Luka y yo asentimos y fuimos al lugar de encuentro. Él iba bastantes metros atrás, cuando estaban llegando, Luka se escondió detrás de un árbol grande y grueso. Marinette miró hacia atrás un momento para tener localizado a su compañero, cuando lo encontró le guiñó el ojo.

Yo estaba ya enfrente de la fábrica, y fue donde vi ahí a ese maldito ser que había secuestrado a mis padres.

—Pero bueno, por fin te dignas a llegar. Pensé que tendría que cargarme a tus padres ya. —Dijo con un sonrisa macabra.

<Si que está necesitado>

—Ya me tienes aquí, suelta a mis padres, cuando lo hagas follaremos. —Afirmé.

<Como no cumpla su parte del trato le voy a castrar antes de que le dé por entrar a la acción>

—Lo siento, cariño. No los soltaré hasta que te tenga en mi cama abierta de piernas. —Dijo el pelirrojo.

—Ni hablar. Tienes que cumplir con tu parte del trato. —Lo fulminé con la mirada.

—O follas ya conmigo o me los cargo ya. —Dijo harto el pelirrojo. Sin duda no era el único que estaba perdiendo la paciencia.

—Bien, quieres un buen polvo, eso es lo que te daré. —Aclaré

Sin más demora, empecé a desabotonarle la camiseta, todo mientras le besaba el cuello. El pelirrojo únicamente soltó un sonoro gemido. Sin duda actos así de simples ya lo estaban excitando.

The Police | AdrinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora