The Police | Adrinette

Epílogo

—¡Adrien, te amo! —Grité con las mejillas rojas y el corazón latiéndome a mil.

Esta situación es demasiado complicada.

—Marinette, tienes que decírselo a Adrien no a la pared de tu habitación. —Me dijo Luka, que estaba junto con Alya y Chloe.

Había pasado cerca de dos meses de mi ruptura con Luka. Al principio era algo incómodo, pero al final conseguimos tener una buena relación de amigos, y ahora se encuentra apoyándome junto con mis dos mejores amigas es mi declaración. Aunque más que apoyándome, riéndose. Lo sé, tengo unas amigas muy perras, pero así las amo.

—Sé valiente Marinette. ¡Imagínate todo el sexo delicioso que tendrás con Adrien una vez te hayas declarado! —Como no, no podían faltar los comentarios de sexo de Chloe. Y lo peor de todo esque me había hecho sonrojar. Como la odio y la adoro a la vez.

—¡Ca-cállate! ¡Al menos tengo más vida sexual que tú! No follas desde hace año y medio.

Y aquí se creó la tercera guerra mundial, las risas de mis amigos no se hicieron esperar y el rostro sonrojado y apenado de Chloe apareció, sé que por dentro se está riendo.

—Yo lo hago por amor, tu la última que follaste fue porque nos vimos una película porno y te fuiste de fiesta a calentar el personal del bar de al lado. —La siguiente en poner cara apenada fui yo.

Cabe recalcar que eso fue hace dos semanas...

—¡Prefiero tener un pene de verdad con el que disfrutar que con uno de plástico!

—¡Pero si tienes un vibrador escondido en el armario!

Hija de puta.

—¡Chloe, eso era un secreto!—Si antes estaba roja, ahora soy un tomate con piernas y pelo con un gran apetito sexual.

Quizás vaya de nuevo a calentar a algún barman. Los trabajadores de ese bar están para chupárselos y dejarlos sin leche.

—Uy... Es verdad. —Lo dice con falsa pena, ¿Cómo me hice amiga de alguien así?

—Estamos sobrando en la conversación, ¿no crees, Luka? —Dijo por primera vez Alya.

—¿Qué dices? Yo quiero seguir escuchando esta conversación. Por cierto, Marinette, ¿me prestarías algún día ese vibrador? —Dijo como si nada Luka.

Nosotras nos quedamos mirándole como bicho raro. Espero que no hable enserio.

—¡No me seas cerdo, Luka! No pienso dejarte mi vibrador para tus tantas conquistas.

Después de romper, el volvió a su antiguo yo, según me han dicho que era Luka. Es normal. Cuando Luka y yo salíamos, éramos como conejos. Follábamos por lo menos tres veces al día.

—Pero si no lo necesitarás cuando estés con Adrien.

—Nada me garantiza que me corresponda. Asique si todos los barman están ocupados, con algo me tendré que consolar.

Todos se rieron. Supongo que se ríen por referencia a lo último.

La verdad esque Luka y yo después de romper, aunque el tuviese sus citas y yo mis liadas con los del bar, no era suficiente. Asique en estos dos meses, tuvimos sexo tres veces, pero solo para aliviar nuestras ganas de sexo.

—Créeme, ningún barman estará lo suficientemente ocupado como para rechazar un polvo tuyo.

—Me da igual, ese vibrador lo compré yo y conmigo se queda.

—Tacaña.

Habíamos decido dejar nuestros encuentros, la última vez que lo hicimos fue hace un mes, pero justo después de terminar decidimos parar. Sobretodo porque yo quería estar con Adrien. Y esto no me llevaba por buen camino, asique dejé de tener encuentros con él, y pasé a estar con los barman.