Negrura hermosa la luna sigue sonriendo brillante, la inmensidad despejada y llena de luciérnagas abajo y arriba, en mi horizonte la silueta aun más oscura de las montañas y un resplandor alumbra, seguramente el llanto de las nubes allá a lo lejos regando bendiciones a la Madre Tierra, los grillos cantan con su ritmo constante, el concierto sereno, lleno de pausas, animan al descanso todo finamente dispuesto, si llegó la Noche Gracias Universo infinito, Padre maestro y amada Madre llena de sabiduría