Zamuros danzan, flotan, giran, sus brazos extendidos, aletean y siguen en la inmensidad, la montaña inmensa del valle llena de algodones redondeados en su gran sima deja ver su tope a penas y toda su base extensa, otras en pinceladas suaves esperando juntarse tal vez dejando espacios del azul, llegan más zamuros, más sonidos de máquinas unidades con las voces de los viajeros de plumas, Gracias Madre tierra por estos lados nosotros con mayor presencia y tu insistes en tu existencia, padre lleno de regalos, universo infinito, Feliz día abrazo