6 Black Y Ghechis, N Y White

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La joven entrenadora de nombre White estaba entrado en la Cueva Electrorroca citada por nada menos que el enigmático y poderoso N, al entrar en la cueva un grupo de dos ninjas la asaltaron.

-¿Qué? ¿Pero qué?- ella no pudo seguir hablando porque uno de los sujetos misterios le taparon la boca y los ojos, y al cabo de segundos escuchó una voz que le era familiar.

-Buen trabajo-.

-¿Qué quiere que le hagamos señor N?-.

-Soltarla-.

Ambos la soltaron.

-Podéis iros-.

Ambos ninjas se fueron.

-Ya estas diciendo del porqué está forma de recibir-.

-Disculpalos, no saben ser muy "sutiles"-.

-Da igual, ¿por qué me citaste aquí?-.

-Ven conmigo, quiero enseñarte algo- él le extendió su mano para que ella la aceptará.

-Tendré que ir tanto lo quiera como no, ¿verdad?-.

-Me conoces y sabés que sí- le sonrió un poco, cosa que ella le devolvió el gesto y aceptó su mano.

Caminaron un poco por la cueva, era preciosa tan eléctrica, tan natural.

-La Cueva Electrorroca es uno de mis lugares favoritos, sobre todo por todos los Pokémon que habitan-.

-Oye, ¿por qué puedes entenderte con los Pokémon?-.

-Verás yo me crié junto a los Pokémon desde el día que nací y por eso me agradan más que los humanos, y sin que me diera cuenta ya podía entenderme con ellos-.

-Tiene que ser fascinante-.

-Sí que lo és-.

Inconscientemente él tomó su mano y la apretó como si no pudiera soltarla ella lo notó y la dejó extraña.

-Oye N, ¿te importaría devolverme la mano?-.

-¿Eh? Oh si claro, perdoná- el la soltó.

Pero de pronto un pequeño bicho empezó a abalanzarse a White.

-¡Ah! ¡Quitamelo, quitamelo!-.

N le sacó ése pequeño Joltink de su cabello.

-Pequeño travieso- el mayor empezó a hacerle cosquillas en la tripa a ese pequeño e inofensivo Joltink.

-Mmm.. Dice que le gustas-.

-Jajaja, que gracioso, como si pudiera hablar estando riendo a carcajadas- dijo ella mostrado que no era una tonta.

-Jeje- él rió un poco y dejó al pequeño bichejo en una de las estalactitas -vamos mujer, solo era una broma-.

-Ok, ok fue algo graciosa- ella le siguió la risa.

Los dos se sentaron en una roca cercana.

-Por cierto White, ¿comprendiste mi planteamiento, el que te puse en la noria?-.

-Sinceramente, yo no lo comparto, yo no veo que los Pokémon deban separarse de sus entrenadores, sé que hay gente muy mala en el mundo, pero también ya gente buena-.

-Como tú-.

-No sólo yo, por ejemplo Cheren, Bel y Black-.

-Black, como no Black. Supongo que Black siempre será así- ella lo miró extraña -supongo que nunca has conocido a alguien con tanta simpátia, caballerosidad, fuerza de voluntad y con tanta pureza-.

Mi viaje por TeseliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora