Abril

La teoría del hielo

Nunca espere por ella, cuando volvió a mi vida yo no podía si quiera saber dónde la iba a encontrar, mi amigo Oscar Matey venía a mi ciudad a palomear poemas conmigo en un café-bar de mi profunda ciudad, todo estaba listo, habíamos echado cerveza antes del show y mi primera sorpresa fue verla a ella, sentada y joder, tenía meses sin saberle, ni encontrarle y mi teoría del hielo se hizo presente (Más adelante explico), mi alma brincaba y lloraba, moría por abrazarla. Yo la veía tomando cerveza y se me antojaba probarla en sus labios.

Me propuso largarnos lejos al terminar el show.

¿Por qué carajos le dije que no?

La teoría del hielo

Las cosas siempre se suelen sobre poner al transcurso de la vida y hay un milésimo momento donde el mismo destino se detiene y obtienes un aprendizaje demasiado recordable (una impronta), a este pequeño momento yo le llamé la teoría del hielo, pero puede realizarse sin algún aprendizaje, cada que veo a Abril sucede esto, el tiempo se detiene y la observo, descubro belleza en la destrucción de su cabeza, aunque todo vaya de un lado a otro, en el preciso momento en el que la descubro, muchas cosas tienen sentido, pero verla sonreír es donde vale la pena perderlo todo, amar a la muerte y a la vida; amarla a ella. Verla sonreír es congelar todo lo que existe y no puedo tocar: El viento, el tiempo, mis sentimientos, su amor. La teoría del hielo está en mi vida diario, en algún momento del día, pero más cuando logro hacer que abril esté conmigo, todo en el mundo se vuelve nada y a la vez todo en una sola persona, ella desastre muchas veces y yo ciudad construida, muchas veces fue viceversa pero lo que mi teoría siempre me puso a pensar es:

¿Por qué carajo no estamos juntos?