Clark se acomodó en una de sus cápsulas de entrenamiento, él se puso a cargar el programa de entrenamiento avanzado, a medida que invalidaba los protocolos, el holograma tomaba más forma. Frente a él, uno de los soldados enemigos zánganos tomó forma, frente a él, a menos de 10 metros estaba un K'rig Kre'v, el horrible alienígena zángano frente a Clark gruñía y hacía crujir sus tenazas armas intentando intimidar al enemigo, Clark ya conocía ese sonido, la primera vez que lo escucho hizo bien su objetivo (y era difícil que no lo lograra en un novato, gigantescas masas parecidas a langostas del planeta tierra, de al menos dos metros en su punto más alto, o el torso, donde dos enormes pinzas metálicas con emisores de fusión en medio se dedicaban a atravesar y desintegrar enemigos, hacia atrás no mejoraba el aspecto, una larga cola con una "aleta" era sostenida por 4 pares de patas, las primeras dos sostenían el torso balanceado en el aire), pero ahora significaba un ligero tropiezo en la liberación del planeta. Clark miró de nuevo, mientras otros 9 hologramas tomaban forma detrás del primero, mientras eso pasaba frente a Clark, él pensó en el cañón de plasma de nuevo, VXT obedeció de inmediato, transformando la mano en el arma (la cual se veía análoga comparada con mucho armamento de la base). Clark se dio cuenta que tal vez un blaster de iones sería más útil, no importaba ahora.
El primer enemigo ataco con velocidad, Clark pudo dispararle apenas, estaban muy cerca del lugar de inicio (a su gusto al menos), cargó contra el que recién había caído, "guardando" su cañón de nuevo y sacando la espada, rápidamente cortó la cabeza del enemigo, dando vuelta y alternando de nuevo entre el cañón y su espada, el ejercicio acabó rápido, cuando Clark vio detrás de sí, había 9 hologramas desactivándose, indicando que los había matado con éxito, al menos a todos.
— ¿Debo de seguir a tu espalda no solo para cuidarte, sino para matar lo que dejes vivo detrás? Vaya trabajo tan horrible.— escucho de repente, Valentine de nuevo lo veía mientras entrenaba, esa promesa lo tenía algo fastidiado, aunque no como al inicio.
—Nunca me fijo sobre mis cortes Val, lo sabes. — le dijo, disparando al único vivo, las chispas volaron con éxito y el holo se apagó por completo.
—Se nota.— dijo ella algo molesta, acercándose a las armas de entrenamiento, con un poco de esfuerzo, sus heridas no deseaban cooperar de nuevo.
—Tienes tres disparos casi frescos, Ibrette no te ha dado el alta del todo.— dijo Clark al ver las intenciones de su comandante, quien solo se limitó a ignorar las palabras del joven almirante, tomó el alargado prisma que usaban los novatos para entrenar (hoja de plasma diseñada para aturdir al contacto) y la activo, el filo rosado chillón bajo lentamente, haciendo que el pulso tomara forma de una katana sin describir la curva hacia arriba que estas espadas milenarias poseían en la tierra. Val solo la apunto a Clark, esperando tener una buena pelea de práctica.
—Bueno, a ver qué tal lo haces.— dijo Clark bajando de nuevo su espada, la corta hoja de su brazo salía desde su muñeca, ocultando su mano dentro del antebrazo como mecanismo de seguridad, esta seguía de manera lineal el brazo de su usuario y caía con los filos hacia enfrente y hacia atrás, solo se veía ancha al verla de perfil, está sin duda tenía cambios al aproximarse al filo, donde este, al ser doble, dejaba notar que acababa en dos puntas unidas asimétricamente entre sí, haciéndola ver muy ancha desde esa perspectiva (les adjunto imagen, perdonen la calidad), Clark alzó su brazo derecho y hecho su codo hacia atrás, doblando la pierna de ese lado y extendiendo la contraria, mientras con la mano izquierda daba a entender que estaba en descanso.
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"PECADOS" PRIMER LIBRO DE LA TRILOGIA "SOMBRAS DE LA GUERRA"
Ficção CientíficaLa futurista y utópica vida de unos adolescentes del siglo XXIII se verán entrelazadas por el amor y la ira en un futuro distante en el cual los humanos fueron exterminados hace generaciones y todos los nacidos después de la Colonización de la nueva...