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–¿Irnos a dónde? –se alzó una voz entre los presentes, era Torbellino Nocturno– No podemos rendirnos. Es nuestro territorio.

–Moriremos si regresamos a instalarnos ahí –siseó Azabache –Si tanto te gusta este lugar, quédate ahí a ver cuánto duras. Nadie te echará en falta.

–Ningún gato sobrevive frente a la opción de luchar con un Dos Patas –murmuró Lodazal.

–Hay que buscar un lugar lejos de los territorios de nuestros enemigos... –intervino León– Tendremos que atravesar el bosque y encontrar un sitio a donde los Dos Patas no hayan llegado.

–Nos separaremos en grupos –volvió a tomar la palabra Azabache– Tenemos buenos rastreadores en el clan. Ellos se encargarán de reunirnos a todos en nuestro nuevo hogar. León, –se dirigió al lugarteniente– forma los grupos.

–¿Separarnos en un momento así es la mejor idea? –volvió a interrumpir Torbellino Nocturno– Debe ser una broma.

–¡No me desafíes ahora! –erizando el lomo y pegando sus orejas al cráneo, le bufó la líder, haciendo callar así al joven guerrero.

–Que sean tres grupos. Patas Plateadas, Cenizas y Lodazal, ustedes irán con Azabache.

–Yo también iré con ella –se apresuró a decir Tormentosa– Cenizas está herida y es mi deber sanarla.

–Está bien –asintió León.

–¿Y yo? –intervino Manchada.

–Irás con Lluvia de Canela, Huella Ligera, Ráfaga de Nieve y Cerezo. Es hora que comiences a practicar sola lo que Tormentosa te ha enseñado.

Manchada miró a su mentora con temor. Tormentosa lo percibió y se acercó a la joven...

–Tranquila. Les irá bien. Sé que podrás ayudar si hace falta...

Chocaron sus cabezas momentáneamente, y luego de compartir una sonrisa, volvieron a sus grupos.

–Los que quedan: Tigre Gris, Avellana, Brizna, Saltamontes y Zarzal Oscuro, vendrán conmigo.

–Se olvidan de mí –habló Torbellino Nocturno al ver que los grupos ya formados comenzaban a dispersarse.

–Que vaya con nosotros –ofreció Ráfaga de Nieve.

–No –añadió tajante Azabache– Sigue siendo un prisionero. Irá donde yo pueda verlo –agachó las orejas amenazante.

–Será un honor, "madre" –añadió sarcástico el guerrero negro, agachando las orejas y rodeando a Azabache.

–¡Torbellino Nocturno, basta! –gruñó Tormentosa al ver la postura amenazante de éste.

–Por favor, ya vámonos –añadió Manchada.

–Aguarden un momento –intervino Saltamontes– Es claro que Azabache dirigirá su grupo, León dirigirá el nuestro... ¿pero qué pasa con el grupo de ellos?

–Es una buena pregunta... –contestó León y dirigiéndose a su anterior aprendiza dijo– Lluvia de Canela, tú irás a cargo del grupo.

Todos los presentes miraron incrédulos a Lluvia de Canela.

–¿Yo? –la joven guerrera parecía tan sorprendida como los demás gatos.

–¿Ella? –murmuró casi a la vez Huella Ligera.

–Eres muy hábil rastreando –justificó León– Sé que podrás encontrar el camino para guiarnos si así hace falta. Además, tu carácter es fuerte y determinado. Es lo mejor que cualquiera puede tener para estar a la cabeza de un grupo.

–Yo también puedo ser así –protestó esta vez abiertamente Huella Ligera.

–Tienes habilidades, pero no las de un líder –contestó tajante el lugarteniente, luego volvió a dirigirse a la guerrera– Lluvia de Canela, es una gran responsabilidad la que te otorgo, sé que no la desperdiciarás. El destino de nuestro clan dependerá del éxito o fracaso de esta misión.

–Lo sé... por eso no me siento lista...

–Sé que lo estás.

–La siguiente luna, –habló Azabache– nos reuniremos en los Cuatro Árboles. Los tres grupos tendremos ese plazo máximo para hallar un nuevo lugar donde instalarnos. Este no es un paseo por el bosque, hay una misión que cumplir. Si un grupo encuentra antes un territorio, será deber del líder de ese grupo rastrear a los otros para así reunirnos. Estando separados, somos vulnerables ante los otros clanes. No olviden que el Clan del Viento no nos quiere ver ni los bigotes –miró seria a Torbellino Nocturno al decir lo último– ¡Andando todos!

Los tres grupos comenzaron entonces a alejarse en direcciones contrarias, algunos de ellos, mirando por última vez aquel lugar que durante tantas lunas los había acogido.

La Sombra que Extinguirá la FlamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora