Simplemente Palabras

Capítulo Cinco

Tyler
-Sabía que ustedes dos volverían. -dice Brenda apenas cruzamos el umbral de la puerta. -Reconozco a una buena pareja cuando la veo.

Ya quisiera yo.

-No somos pareja. -Decimos ambos al mismo tiempo.

-Todos dicen eso. -Dice girando los ojos. -Estos jóvenes creen que tienen toda la vida para ser felices. -Da media vuelta y se dirige al mostrador. -Vayan a la mesa. Imagino que querrán lo mismo del otro día.

-Gracias, Brenda. Eres la mejor. -respondo mientras nos encaminamos a las mesas.

Al llegar a la mesa comienzo a sacar mi libreta para seguir anotando ideas acerca de la Muestra Creativa que necesito entregar como proyecto de ingreso a la universidad. Levanto la vista y veo a Olivia leyendo el libro que le entregue. Decido molestarla así que arranco un pedazo de papel, lo hago una bolita y se lo lanzo. Cae justo en su frente y yo suelto una carcajada cuando se sobresalta por ello.

-Dijiste que harías la tarea.

-Yo estuve trabajando en ello en mi tiempo libre. Merezco un momento también para distraerme. - sonríe como una niña pequeña y es tan adorable que hace que me derrita por dentro.

-Puras excusas. Yo por otro lado si debo trabajar en esto.

-Es diferente. Tú amas escribir, lo he visto. Dejas a la mitad del curso suspirando cada vez que presentas algo en clase de literatura.- Otra vez esa frase. Te he visto. ¿Que tanto me ha visto?¿Me ha observado tanto como yo a ella?¿La habré dejado en alguna ocasión suspirando a ella también?

-Eso no es cierto. No soy tan bueno. Simplemente escribo lo que siento.

-Yo quisiera tener esa pasión por algo en mi vida.

- ¿Aún no has decidido que estudiar?- cuestiono inclinándome un poco hacia adelante para prestarle atención.

-Mis padres quieren que estudie Administración. Ayudare a mi padre en su empresa.

- ¿Y qué quieres hacer tú?

-Solamente no quiero decepcionarlos. Ellos me necesitan.

- ¿Y qué hay de lo que tú necesitas? Eso también importa.

-Supongo que sí, pero de todas formas no sabría que estudiar. No hay nada en lo que sea particularmente buena.

-Vamos, piensa. Tiene que haber algo que te encante hacer.

-Antes-dice mirando sus manos-Antes me gustaba estar en el club de debate. No se trataba sólo de memorizar todo, tenias que tener poder de convencimiento para que las personas creyeran la idea que estabas defendiendo. Era mi actividad favorita.

-¿Por que lo dejaste?- no responde, simplemente se encoje de hombros y dirige su vista al libro. Se esta cerrando y no se si deba presionar.-Deberías de volver. Parece ser algo que disfrutas y esa debería ser razón suficiente para hacer algo.

Club de debate...me recordó a Alex, él amaba el club de debate y ambos tienen esa chispa en sus ojos cuando piensan en eso. Cuando algo nos gusta nuestra mirada tiene un brillo especial, una mirada soñadora, pero cuando algo nos apasiona existe algo más. La chispa de la competitividad, le digo.
Nunca pensé en Olivia como una chica competitiva, pero quizá ella tampoco lo sabe todavía.

Nuestra conversación se da por finalizada con la llegada de Brenda con nuestras bebidas y un panecillo igual a el que comimos en nuestra visita anterior.

-Aquí está su café, señor escritor. -Me extiende una tasa con café y el simple olor hace que me relaje por completo. -Y para la señorita su café y un pequeño dulce. -El rostro de la rubia brilla ante lo último mencionado y no puedo evitar reír de manera disimulada.