SKAM [Jikook] (Adapt.)

IV. Parte 1

Sábado 11.02

– En serio, fue una locura. La cuidad es enorme, hay tanto que hacer, es maravilloso. –comentó Jihyo.

Los tres habitantes usuales se encontraban alrededor de Jihyo en la sala de estar.

Yoongi estaba a su lado, Jungkook frente a ella, con las manos entrelazadas sobre sus piernas, y Taehyung apoyado en el gran ventanal, mirando por la ventana y escuchando con atención.

– Teníamos un apartamento genial en Brick Lane, que es el mejor vecindario. –prosiguió la chica de cabello dorado.

– ¿En serio? ¿Tanto te tomó darte cuenta que nos extrañabas? –cuestionó Taehyung una vez se giró a la muchacha. Elle le observó unos segundos y se disculpó con una corta mueca. – Estupendo. Y se supone que tenemos que darte la bienvenida.

Ella frunció lo labios y miró a Jungkook, que ahora sostenía una taza celeste repleta con café. Este último copió la mueca de Jihyo y miró a Taehyung, que no había despegado su vista "molesta" de su amiga.

– Claro que te damos la bienvenida, ¡Mierda! Estoy tan feliz de que estés de vuelta. –exclamó el chico y se lanzó al sillón para abrazar a su querida amiga. Ella no podía ocultar la sonrisa que tenía en sus labios, porque se sentía tan gratificante el volver a sentir cariño de sus amados. – Nosotros tres, será perfecto, justo como solía ser.

– Tienes que quedarte con nosotros por siempre. –agregó Yoongi.

– Sí, pero es temporal. –advirtió Jihyo mientras que Jungkook miraba la escena entre feliz y ansioso.

¿Qué iba a suceder con él?

– Es sólo hasta que regrese Jae, y luego... Me estás asfixiando Taehyung, demasiado. –soltó apenas.

– No me importa, no te voy a dejar ir nunca. La última vez te fuiste a Londres ¿A dónde irás la próxima vez? ¿Huh? –Jihyo rodó los ojos con una enorme sonrisa, su amigo a veces podía ser muy dramático. – ¿Berlín? ¿Dublín? ¿Melun?

– No. –respondió ella.

– No, Melun no es tan genial. –dijo Taehyung.

– La verdad es que no. –acotó Yoongi.

– Entonces, ¿Dónde exactamente está Jae? –preguntó Jungkook, interrumpiendo la burbuja de amor que crecía entre los tres amigos.

– Está terminando un asunto importante con su papá, y creo que regresa en una o dos semanas. –contestó Jihyo y Jungkook asintió algo nervioso.

– ¡Genial! Te puedes quedar hasta eso, no hay problema. Puedes tomar la habitación de Jungkook.

– ¿Mmmh? –cuestionó el aludido.

– Así es, me escuchaste. No puedo creer que dejaste que Jihyo duerma en el sofá. –gruñó Taehyung y Jungkook negó levemente, hostigado de su actitud. – Así no tratas a una chica. No me sorprende que estés sólo. –dijo con rabia.

Jungkook negó sin poder creerse que le estuvieran diciendo eso y se preparó para hablar cuando Jihyo le interrumpió.

– Oh, pero no tengo problema con dormir en el sofá, dormí bien.

– Shh, Jihyo, deja que me encargue. Mira. –le cortó Taehyung y tomó su cabeza con delicadeza para que mirara a Jungkook. – Mira esta obra de arte. Mira lo que has hecho. –la chica tenía los ojos abiertos como plato y los movía lentamente alrededor del cuarto. Sin saber bien qué esperar que dijera Jungkook sobre ella. – ¿Ves lo cansada que luce? Mira las ojeras bajo sus ojos. Su piel está gris. –mencionó, y Jungkook miraba a Jihyo con la boca medio fruncida. – Sus ojos vidriosos, ¡Y su cabello es un desastre! –exclamó una vez la chica de cabellos dorados se soltó de su agarre y le dirigió una mirada cargada de enfado. – ¡Se nota que no ha dormido!