VIII. Parte 1

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Sábado 11.07

Jungkook se encontraba durmiendo sobre su cama, su cuerpo aún tenia restos de pintura que no había logrado sacarse en la ducha del día anterior. De la nada sus ojos se abrieron y su primer instinto fue buscar a Jimin a su lado, sin embargo, no estaba ahí. El castaño asumía que el más alto debía irse a su casa, pero le hubiera gustado que se despidiera.

Su móvil sonó incitando al chico a que se estirara a alcanzarlo. Jungkook se sentó en la cama y pudo mirar un mensaje de su padre en la pantalla.

A tu madre le gustaría que nos viéramos la próxima semana en la misa, espero que estés disponible.

Él suspiró y soltó el teléfono para luego echarse sobre la cama nuevamente, últimamente tenía muchas cosas en la cabeza como para pensar específicamente en esa reunión, por lo que simplemente se decidió a pensarlo luego y en ese momento pudo recién escuchar las voces en su departamento.

La melodiosa y aguda voz del chico rubio alcanzó sus oídos, así con curiosidad se puso pantalones y salió en busca de tan lindo chico.

Se aproximó a la cocina mientras escuchaba la risa de Jihyo y Taehyung, acompañada de murmullos de Jimin.

– ¿Qué son esas cositas verdes? –consultó Jihyo.

– Es hinojo, para hacer un contraste más dulce con la canela. –contestó Jimin mientras revolvía comida en una sartén.

– ¡Maldita sea! –exclamó Taehyung anonadado con lo que decía Jimin.

Visualizó a su amigo apoyado en la ventana de la cocina, a Jihyo sobre la encimera sentada en posición india y a Jimin con una sudadera y sin pantalones, únicamente con su ropa interior, charlando animadamente con sus compañeros de piso.

– ¡Hey, estás despierto! –exclamó Jimin al ver a Jungkook entrando en la cocina y sin tapujos se acerca animadamente al castaño para darle un beso de buenos días.

Jungkook se queda pasmado, sin embargo, no le molesta recibir un beso frente a sus amigos, eso ya no era problema. Pero las emociones dentro de su cuerpo cada vez que veía a Jimin y mejor aún, cuando lo besaba, le hacían quedarse un poco confundido; sobre todo por la fluidez del más alto para realizar cualquier acción amorosa.

Jihyo y Taehyung se miraron sonrientes de que finalmente Jungkook pudiera ser quien era en realidad y estuviera cómodo con el chico que le gustaba en frente de ellos.

– ¿Y eso es...?

– ¿Eso? –preguntó Jihyo mientras Jimin elevaba la sartén y le mostraba a Jungkook un poco más de cerca. – Eso es un PNO, un plato no identificado y obscuro. –dijo ella totalmente seria, desatando una risa en Jimin y Taehyung.

– Lo siento, Jungkook. Él fue directo al refrigerador y tomó un montón de cosas, pero se veía muy seguro de sí mismo, así que lo dejamos. –explicó Taehyung.

Jimin soltó una risa al recordar las caras asombradas de los dos presentes cuando él se apareció por la cocina como un experto. – Es una pena que no tuvieran arándanos y tocino.

– ¿Para el omelette de canela-hinojo? –preguntó Taehyung algo confundido. – Creo que ya establecimos los términos de contraste ¿No?

– No, para hacer muffins. –respondió el rubio. – Muffins de arándano y tocino.

– Ok, ya entiendo, tu no tienes respeto por nada. –dijo Jihyo sorprendida de que realmente estuviera proponiendo una mezcla tan rara.

– Juro que es muy bueno. –respondió el rubio con una sonrisa.

SKAM [Jikook] (Adapt.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora