V. Parte 2.

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Miércoles 10.40

Jungkook y Rose se encontraban en clases juntos completando una tarea que había dejado la profesora.

– Te olvidaste del tiempo de latencia. –susurró la chica.

– ¿De qué?

– Del tiempo de latencia que hay cuando se forma un cromosoma. –explicó.

– ¿Ahí? –preguntó él mientras apuntaba la hoja.

– Sí.

Jungkook miró a la profesora para asegurarse de que no los estaba mirando y marcó bien el gráfico, como se supone que debía ser.

Su móvil vibró e inmediatamente lo desbloqueó para ver de quién se trataba.

Jimin
Mira hacia la ventana

Jungkook hizo caso y paseó sus ojos por el ventanal del aula hasta encontrarse con el chico rubio sonriéndole. Éste dejó de mirar para concentrarse en su móvil de nuevo.

Jimin
Vienes?

Jungkook pareció pensárselo unos segundos antes de volver a mirar por la ventana y ver como el chico se apoyaba en el borde inferior de la ventana y elevaba sus cejas, invitándole a saltarse la última parte de la hora de clases.

Jungkook guardó su móvil y empezó a ordenar sus cosas, mientras que Jimin se movió de la ventana y esperó totalmente entusiasmado a que su chico saliera por la puerta del aula.

– ¿Qué haces? Tu dibujo se ve patético. –dijo Rose.

– Minimalismo, Rose, minimalismo. –explicó Jungkook, casi como si fuera un erudito en el tema de la biología.

Tomó su hoja y se la entregó a la maestra.

– Adiós.

– Gracias Jungkook.

Una vez fuera se encontró con un Jimin totalmente sonriente, igual que siempre. Eso relajó al más bajito y simplemente se acercó a él con confianza.

– Hola. –saludó Jimin y antes de que pudiera pensárselo, le plantó un beso en la boca al castaño.

Jungkook pegó un leve brinco por el gesto y no pudo evitar mirar hacia los lados, para ver si alguien los había visto.

– Salgamos de aquí.

– Espera, espera. –le calmó el menor. – Aun tengo dos clases más, no puedo saltármelas.

Jimin escuchó atentamente con una media sonrisa, sin embargo, su respuesta era sobre un tema totalmente diferente. – Le conté a Hyerin, sobre nosotros.

Jungkook bajó la cabeza y asintió.

– ¿No estás feliz? –preguntó Jimin, extrañado al no ver una respuesta entusiasmada de parte del más pequeño.

– Lo estoy. –aclaró Jungkook.

Jimin negó con el ceño fruncido, intentando entender el por qué de la reacción tan simple y monótona del chico. Esta noticia significaba que por fin podrían estar juntos sin preocuparse de otras cosas, eran sólo ellos dos, juntos.

– Es solo que no quiero que estés triste o... que sea mi culpa. –dijo bajito.

– ¡No estoy triste! –exclamó con una sonrisa y pegó su frente a la de Jungkook.

– ¿Lo juras?

– Mhhm. –asintió con total sinceridad.

– Y tú, ¿Les vas a contar a tus padres sobre nosotros? –preguntó una vez tomó distancia del rostro del menor.

SKAM [Jikook] (Adapt.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora