Habían pasado 3 días desde que estábamos en este pico, los blindados hacían guardia a kilómetros, pero Blem y yo permanecíamos bajo un par de redes miméticas y nuestros visores y miras observando el aeropuerto. El agua se acabo ayer y nuestras bocas eran una colección de piel muerta retraída, los blindados harían mucho ruido viniendo hacia aquí para traernos agua y cualquier incursión a pié pondría en peligro a las personas y delataría nuestra posición. En una libreta apuntaba cada dato que veíamos sobre el aeropuerto, Blem llevaba aproximadamente la cuenta de la cantidad de personas que vivían allí, y estimábamos sobre los dos millares, aunque veíamos vehículos que viajaban hacia la costa del norte, lo que podía significar más presencia y personas. Podíamos distinguir grupos de personas que convivían, no parecían muy organizados pero el lugar era sin duda un campamento de miles de metros cuadrados. Habían caravanas y autocaravanas instaladas a doquier y habían como pequeños mini-fuertes que rodeaban unos cuantos vehículos, como si el punto se dividiera por clanes. En el interior de los edificios de la terminal y administrativos habitaban más personas, eso nos hizo realmente replantearnos la cantidad de personas que vivían en el lugar.
— No entiendo cómo no hay nadie vigilando los alrededores — Me susurró Blem — Si nosotros tuviéramos este lugar, yo acamparía aquí constantemente para vigilar.
— Parece que no hay preocupación por los vivos u hordas de infectados...— Le devolví el susurro.
Si es verdad que en algunas torres improvisadas ojeaban guardias con prismáticos y miras, pero nadie más lejos de los muros controlaba en entorno, un error tremendo en época de guerra. La noche anterior divisamos una pelea aislada, pudimos ver a un hombre robusto con barba tranquilizar a los grupos oponentes, como si él fuera el líder de aquel sitio. Continuamos dibujando un mapa que más tarde entregaríamos a los topógrafos de Trisante para que realizaran un mapa más correcto. No dejo de pensar que si Santiago estuviera vivo seguramente estaría aquí. Pasó un día más cuando el sol ya era insoportable, nos penetraba la ropa y nos destrozaba la espalda, casi podía sentir como minuto a minuto se generaban ampollas.
— Chicos, tengo malas noticias... — Comunicó una voz por radio — Repito, tengo malas noticias, soy Beatles —
El líder de Beatles había estado patrullando los alrededores de Ordea , se acercó mucho más de lo que nosotros lo hicimos y nos delató, comprobó un gran número de insurrectos bandidos que habían creado una colmena en la ciudad. Unían 5 edificios de entre 9 y 5 plantas con pasarelas reforzadas y tirolinas en ocasiones, habían creado esta colmena y por lo visto comenzada la de Arcon. Tres enormes edificios además de uno de oficinas y un taller era su entramado, podían ver gente en las azoteas y dentro de los edificios, hacían obras para llegar a un sexto edificio de 7 plantas, todo parecía un metódico plan digno de envidiar pero la cantidad de infectados era espectacular, tanto que no entendían como podían siquiera dormir sabiendo que posiblemente más de 30.000 infectados los rodeaban. Ordea era una ciudad grande, aunque sus edificios no eran envidiablemente altos, su extensión era muy grande su emplazamiento permitía satisfacer necesidades y gustos de muchas personas lo que la llevó hace décadas a crecer exponencialmente hasta puntos insospechados. Ahora era un hervidero de infectados a pleno sol, tanto que el hedor podía olerse cuando el viento era lo suficientemente fuerte.
— ¡Nos dispraran! ¡Nos disparan! ¡Retirada! ¡Nos han descubierto! — Gritaba por radio Beatles — ¡Retirada!Nuestro corazón se disparó, escuchábamos la radio a la vez que apuntábamos los últimos datos y recogíamos nuestras cosas. Blem no paraba de mirar por la mira, rápidamente colocó un silenciador y me ordenó que bajara del pico y me reuniera con mi blindado. El se quedaría cubriéndonos la retirada.
— ¡Guti! ¡Guti! — Llamaba por radio intentando no chillar — ¡¿Guti me recibes?!
— ¡Afirmativo! , hemos escuchado la retransmisión, intenta dirigirte a la carretera entre la el pico Kingblood y el pico Flakestone ¡Suerte! — Retransmitió Guti.
Empecé a meter mis cosas en la mochila bajo aquella manta mimética. De vez en cuando echaba un vistazo por el telescopio antes de recogerlo. El aviso al aeropuerto fue más rápida de lo esperado, pronto Blem vio gente movilizándose hacia vehículos y preparándose a toda prisa.
— Lo saben ¡Joder! — Blem apuntó y disparó con su rifle silenciado, su disparo impactó directamente a uno de los guardias de la puerta principal. Liberó la vaina usada y cargó la siguiente, de nuevo disparó y eliminó a otro guardia de la misma puerta — Eso los detendrá un poco.
Nos retiramos la red mimética y Blem la envolvió en su mochila mientras yo descendía por el pico, era bastante escarpado, bajo nuestros pies había 2 infectados. Su tez oscura delataba cuanto tiempo estaban vagando por aquella llanura sin rumbo, sus ojos color leche caducada denotaba que estaban ciegos pero su reacción a los sonidos demostraba su adaptación. Los eliminé con un disparo certero en la cabeza.
— Aquí Golden, volvemos a Tuplor, nos reunimos allí — Informó Júa.
— Atravesamos el bosque entre Arcon y Tuplor, en 20 minutos estaremos en el punto de reunión, intercambiamos a Blem allí — Informó Grippers.
— Recibido, La Leonera va en misión de rescate — Retransmitió Guti.
— ¡En camino! ¡Lo sentimos! ¡No queríamos descubrir nuestra posición! — Retransmitió Beatles.
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BLINDADOS
HorrorUn desastre mundial de caracter infeccioso es el culpable de la estructura social actual. El destino del sector acabó en manos de gobiernos desmembrados refugiados en puntos seguros asediados por infectados por el virus de desmembró la tierra. Los...