______, hermana melliza del Príncipe Vegeta, inexplicablemente nació con un nivel de poder realmente bajo.
Una inesperada situación que obligo a que su padre, el rey Vegeta, mantuviera la existencia de su hija como un total misterio.
Cuando ya no er...
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12 años después:
Sin darme cuenta, el tiempo había pasado volando, tratando siempre de sobrevivir como podíamos. La vida en este lugar resultó ser una auténtica odisea. Pero a pesar de las dificultades en Vampa, prefería este lugar a tener que regresar a mi antigua vida en Vegeta.
Aquí, a diferencia de mi planeta natal, no era sometida a experimentos insoportables ni estaba confinada entre cuatro paredes, aislada del mundo exterior. A veces, desearía poder borrar por completo esos recuerdos, pero sé que estas experiencias dejarán una huella imborrable en mi memoria para toda la vida.
Lo único bueno que extrañaba de mi pasado era a mi madre. A pesar de los años de distancia que nos separaron, nunca pude olvidar su cariño y los cuidados que me brindó. Quizás tenía sus razones para no haber venido por mí en todo este tiempo, pero a estas alturas, parece que nunca sabré cuáles fueron.
Pero hasta ahora no todo son penurias; con el tiempo, logré desarrollar una habilidad innata para la tecnología. Podría decirse que tenía un don para las máquinas, lo cual compensaba mi falta de destreza en las artes marciales.
Tal como prometí aquella noche, siempre estuve ahí para ayudar a Broly a dominar su incalculable poder. Aunque ha tenido algunas pérdidas de control en ocasiones extremas, el señor Paragus no pasaba por alto que su hijo lograba controlar su temperamento cuando estaba cerca de mí. Por esa razón, me permitía acompañarlos en sus entrenamientos con frecuencia. Podría decirse que me convertí en el medio de desahogo de su hijo, algo con lo que no tenía problema si eso significaba que no tendría que activar ese odioso collar de control.
Como era costumbre en nuestra rutina diaria, él y su padre se prepararon para salir a sus entrenamientos. Sin embargo, en esta ocasión, decidí no acompañarlos.
— Si no vendrás hoy con nosotros, mas te vale que hagas algo útil aquí — me advirtió su padre.
— Como ordene señor — respondí. Cuando el señor Paragus se fue, aproveché para despedirme de Broly — Más te vale no perder el control en mi ausencia -- le advertí con un tono de preocupación en lugar de regaño.
— No te preocupes mucho — dijo mientras me dedicaba una sonrisa, mostrando confianza en sus palabras.
— Claro que me preocupo, sabes perfectamente lo que hace tu padre cuando eso sucede, y entonces... — Solo el recordar la primera vez que usó ese collar me afecta emocionalmente — Daría cualquier cosa para que ya no tengas que usar este horrible artefacto — Pasé mis dedos sobre el objeto de metal que rodeaba su cuello.
Broly no hizo más que posar su mano sobre la mía. Era nuestra forma de despedirnos; las palabras no eran lo suyo, así que expresaba casi todo a través de acciones. No veía nada de malo en ello, pero su padre no aprobaba en absoluto esas muestras de afecto.
