______, hermana melliza del Príncipe Vegeta, inexplicablemente nació con un nivel de poder realmente bajo.
Una inesperada situación que obligo a que su padre, el rey Vegeta, mantuviera la existencia de su hija como un total misterio.
Cuando ya no er...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La pelea se volvió más intensa, con golpes sin descanso y caos creciente. Pero en lugar de concentrarme en la batalla, mis ojos estaban fijos en Broly.
La ansiedad me invadía al verlo tan violento y feroz, casi irreconocible. La frustración crecía al no saber qué hacer, limitándome a observar cómo sucumbía a su ira descontrolada. Sin embargo, en medio del conflicto, algo inesperado sucede.
En una fracción de segundos, aquel saiyajin emplea una técnica que logra inmovilizar a Broly, consiguiendo detenerlo justo antes de que atacara.
Lo siguiente que presenciamos es a ese individuo comenzando a hablarle, como si intentara hacerlo entrar en razón. Sin embargo, la táctica no perdura mucho, ya que en cuestión de segundos Broly se libera y reanuda la pelea.
Aquel suceso ante nuestros ojos me dejó sorprendida, pero a la vez, fue eso mismo lo que me dio un rayo de esperanza.
Aun cuando no tardó en liberarse, parecía ser que Broly estaba volviendo a tener el control de sí mismo, eso fue lo que hizo que una fugaz idea cruzara por mi mente.
Algo era seguro, la pelea no se detendría a menos que Broly lo hiciera.
Quizás, al intentarlo de nuevo, podría lograr que me escuchara y así detenerse. Claro que eso no resolvería todo, y a la vez era una apuesta bastante arriesgada, pero dadas las circunstancias, parecía ser la única alternativa.
Era el momento de actuar. Al notar que nadie me prestaba atención, me deslicé sigilosamente entre las personas que llenaban el lugar. Una vez fuera de su campo de visión, apresuré el paso en dirección a la puerta principal. No obstante, mi intento de pasar desapercibida se vio interrumpido cuando sentí cómo alguien me sujetaba del brazo, deteniéndome en seco.
— ¿Y tú a dónde vas? — pregunta Chirai, sin soltar su agarre.
— ¿A donde crees? debo ir a ayudarlo — respondo sin dar más explicaciones. Enseguida, me zafé de su agarre y me alejé.
— ¿Y piensas hacerlo tú sola? —la escucho decir mientras se pone frente a mí, obstruyendo el paso — Eso ni lo pienses.
— Debo intentarlo, se que si pudiera acercarme lograría detenerlo y...
— ¿Y luego qué harás? — oímos preguntar a Lemo, quien se acerca a nosotras — sabemos que calmarlo será el menor de tus problemas, pero ¿luego que? — Al escuchar eso, me doy cuenta de que tenía razón.
Mi plan solo serviría para ganarnos tiempo y buscar una solución más efectiva, pero aún no tenía una estrategia clara en mente.
Y es entonces que, como si fuera una señal, mi vista se enfoca en esas "esferas del dragón".
— Esas esferas... — Una idea comenzó a tomar forma, una muy osada pero efectiva.
— ¡¿Qué?! !¡No me digas que planeas robar estas cosas! — exclama Lemo, como si hubiera captado mi pensamiento antes de que pudiera articularlo.
