______, hermana melliza del Príncipe Vegeta, inexplicablemente nació con un nivel de poder realmente bajo.
Una inesperada situación que obligo a que su padre, el rey Vegeta, mantuviera la existencia de su hija como un total misterio.
Cuando ya no er...
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A lo largo de las horas que restaban el día, me vi atrapada en esta habitación, esperando que alguien en este lugar se dignara a ingresar por su puerta.
Sin embargo, nadie apareció, salvo un individuo que simplemente me entregó una pequeña caja metálica y se retiró sin pronunciar una sola palabra.
Cuando abrí aquella caja, me sorprendió encontrarme con una variedad de envases repletos de distintos alimentos.
Para mí, que no había tenido una comida decente en más de 15 años, cada bocado se convirtió en un inesperado deleite, disfrutándolo mucho más de lo que alguna vez había imaginado.
Siendo sincera, en ese momento no tenía la mínima intención de llevarme nada a la boca, pero, por otro lado, mi cuerpo necesitaba alimentarse. Era parte de mi metabolismo saiyajin, exigiendo que ingiriera algo comestible, y lamentablemente, ignorar esa insistente demanda era una tarea imposible.
Después de terminar mi comida, me encontré caminando de un lado a otro durante una hora, bebiendo agua y reflexionando sobre un sinfín de cosas:
"¿Debería haber permanecido en la nave? ¿Quizás debí acompañar a Broly y su padre aquel día o al menos compartir mis planes?"
Me atormentaba la idea de cómo las cosas podrían haber sido diferentes si hubiera tomado decisiones distintas. Pero no, me aferré a una de mis ideas impulsivas sin importar las consecuencias.
Toda esta situación mantenía mi mente ocupada, mientras seguía asimilando las inesperadas revelaciones de hoy.
Descubrir que tengo un hermano mellizo y que mi propio progenitor intentó deshacerse de mí, realmente era algo muy difícil de digerir.
Me pregunto si alguna vez tendré la oportunidad de volver a ver a mi 'padre'. Ahora que lo considero, es posible, pero la idea no me entusiasma tanto como hubiera esperado, y no albergo grandes expectativas de recibir una reacción positiva por su parte.
En ese momento, como si mis pensamientos lo hubieran invocado, escuché el sonido de la puerta al abrirse, resultando ser Vegeta el que entra a la habitación..
— ¿Qué quieres ahora? — lanzó esa pregunta en cuanto la puerta se cerró de nuevo. Detuve mi caminar y me posicioné frente a él.
— Hay cosas que debemos aclarar — me miró directamente a los ojos, con los brazos cruzados y una postura autoritaria.
— Adelante, soy toda oídos — traté de sonar indiferente al asunto y aparté mi vista de él. Sin embargo, la intriga me carcomía.
— En primer lugar, la cuestión entre nosotros permanece confidencial, y deseo que se conserve así el mayor tiempo posible — deduzco que se refiere al hecho de nuestro parentesco, percibiendo un tono amenazante en sus palabras que dejaba claro que no estaba dispuesto a discutir al respecto.
