Parte 15: ¡Nos casamos!

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Me incomoda la multitud, ver y estar rodeado de tanta gente. No sería inexacto admitir que le tengo un poco de pánico. Pero, ¿nuestra boda sería la excepción? La respuesta es no. Decidimos escaparnos a la playa, llevar sólo amigos cercanos y hacer efectiva esa locura: casarnos.

Siempre he creído que la playa me trae paz, me trae tranquilidad, al igual que mi chica...perdón, futura esposa. Al igual que la playa, ella es mi lugar favorito donde prefiero estar, y ahora sería el lugar donde siempre estaría, y eso me tenía más que feliz.

Sus amigas estuvieron emocionadas con la idea, se encargaron de acompañarla a comprar el vestido, y de ponerla más hermosa de lo normal. ¿Yo? Pues sólo tenia a Ricardo, el mejor amigo de mi futura esposa y quien también se convertiría en amigo mío.

Como es costumbre de mi chica de cabello pintado / futura esposa, llegaría un poco tarde poniéndome nervioso. Ahí estaba ella, tan hermosa y reluciente como lo es casarse con el amor de tu vida en el sitio donde más paz te trae: la playa.

-Siempre dije que los momentos que no se planean salen mejor de lo que salen planeándolo, nunca planee viajar, nunca planee conocerte y enamorarme de ti, pero sabes...me confundí, algunas veces las cosas planeadas, salen mejor de cuando no se planean. Planeé casarme contigo, y nunca pude estar mas feliz de hacerlo. Soy diseñador, pero sin embargo la que dió color a mi mundo, fuiste tú- fueron mis votos.

Logré hacer lo que siempre le dije que haría: hacerla llorar, pero de emoción.

Cuando el padre le preguntó si me acepta como su esposo, sentí que fue el "sí" más sincero que pude escuchar en mi vida. ¿Y yo? No era necesario que me lo pregunten, mi respuesta la tengo lista desde que la conocí, un rotundo, sincero, y totalmente esperado: SÍ.

Querida MirianWhere stories live. Discover now