Combustión

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Piper

¿Porque has tardado tanto Piper? Esa no es la joyería, pensé irían allá.

Mi cuerpo me temblaba en su totalidad, había dejado a Alex en medio de la sala sin decir más nada.

Stephan me interrogaba furioso, ya de por si me tenía entre ceja y ceja por el hecho de haber desviado el plan hacia Alex. Haberle dicho que me hice amiga de ella no le gusto para nada. Pero así fueron las cosas, el destino me llevó primero con ella.
Luego de tantas mentiras tuvo que ceder a seguir con el plan.

Ya sabes como somos las mujeres, tuve que quedarme un poco más de tiempo para que no sospechara, me justifiqué.

Bueno ya, te sigues viendo con ella hasta que hagas que te lleve a la joyería

No dije exaltada. No quiero seguir con esto. Alex no se merece esto, empecé a llorar.

¿Que te pasa Piper?, Stephan paró el auto y yo aproveché para bajarme y tratar de contener todo el dolor que sentía.

Ya no quiero hacer esto grité

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Ya no quiero hacer esto grité. Estoy harta. Vámonos Stephan, por favor, lo tome de los brazos y llorando le supliqué.

No quiero que te pase algo. Mentira. Mi miedo era por Alex, no quería hacerle daño. No quería que a ella le pasara algo por mi culpa. Me dolería en el alma si algo le llegase a pasar. Tengo que alejarla de mi, tengo que alejarla de toda esta mierda. Mi corazón dolía, me dolía el alma solo de pensar que no la volvería a ver.

Vámonos por favor.

Esta bien, calma Piper, calma. ¿Nos olvidamos de ellos si?, pero buscamos a otro. Solo uno más por favor. Me dio un beso para calmarme, pero sus besos ya no me sabían a nada. Ya no sentía absolutamente nada por el. No se como se me salió en unos cuantos días.

Pero no aquí dije. Si o si teníamos que irnos de la ciudad. Tenía que olvidarme de Alex. Estando lejos ella estará a salvo de toda mi mierda.

Alex

Me estaba rebanando el cerebro del porque Piper se había ido, no entendí nada. Necesitaba una explicación, estaba desesperada.

Pasé todo mi lunes de mal humor. Me encerré en la oficina para no afectar a nadie con mi molestia. La ansiedad me estaba matando. Necesitaba saber de Piper, necesitaba verla.

Tome mi teléfono y descaradamente la llame.

¡Hola Piper!, estaba más que nerviosa emocionada de escuchar su voz, y sobre todo que atendiera mi llamada. Tenía miedo de haberlo arruinado esta vez en serio.

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