Mentiras

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Alex

¿Cierto tipo de hombres como? Pregunté intrigada.

Hombres atrevidos Alex, hombres de aventura. Siempre es un riesgo con ella. O ganas, o pierdes.

No sabía como sentirme hasta este momento. Había recibido tan poca información, pero muy reveladora. Quería irme de ahí. Quería llorar. No se hasta donde sería capaz de llegar con esto. Por Piper.

Por cierto, no me has dicho como te llamas pregunté al tipo.

Soy Stephan, y hasta ese momento me dio su mano. Fue una agarre fuerte, insinuoso, atrevido.

Mucho gusto Alex, es un placer. Fuimos interrumpidos gracias al cielo por el otro tipo. Fue hasta el. Yo revisaba mi teléfono nerviosa. Tenía llamadas perdidas y varios mensajes de Matías. Ahora no dije pensando. Abrí solo el que llamó mi atención. El de mi Piper. Un mensaje con una foto en mi cama, diciéndome que me extrañaba, muchos besos y corazones. Dios, como la amo.

¡Hey Alex! grito Matías. Sacándome de mi momento. Me acerqué a ellos. Algo temerosa.

Escucha. Ahorita vamos a unas carreras, ¿te gustaría venir?

Dude un poco ante mi respuesta.

Piper está ahí. Mintió.

"Es una real mentira"  dije en mis pensamientos.

Si, vamos. Que pretendía ese tipo con esa mentira. Tenía que averiguarlo.

Síguenos me indicó. Me monte en mi auto y fui tras ellos. El lugar estaba abarrotado a pesar de ser de día. No era el mismo lugar de la vez pasada.

Llegamos, baje de mi auto y fui hacia donde ellos.

¿Donde está Piper?, fue lo primero que pregunté.

Debe estar por ahí, vamos me dijo, y me tomó de la mano. ¿Que le pasa a este tipo?, Quería soltarme, pero me llevaba casi a rastras entre la multitud. Tampoco podía ser agresiva. Está obteniendo información.

Llegamos a un grupo de hombres que al parecer eran los que organizaban el evento. Recibían el dinero de las apuestas.

Stephan se me acercó al odio. ¿Quieres correr Alex? Susurró.

Mi cerebro explotó con la proposición. No lo hagas Alex, no lo hagas. Di que no.

Sssi. Dije al instante. "Mierda Alex"

La adrenalina ya corría por mi cuerpo. Estábamos en posiciones para salir. Hacia años no corría un auto de carreras. Y jamás en alguno de los de mi hermano luego de la tragedia se su muerte, no quise volver a ellos. Yo no era profesional, nunca quise dedicarme a esto, pero si sabía hacerlo, mi padre y mi hermano eran pilotos muy reconocidos a nivel internacional, yo crecí entre autos de carrera. Ellos me enseñaron lo que se.

Estaba atenta a la señal, desesperada por meter a fondo el pedal. Lo deseaba tanto. No me importaba ganar, solo quería sentir la velocidad entre mis venas.

La señal fue dada y el ruido de las ruedas rechinando caló en mis oídos, éramos muchas personas, un ruido ensordecedor, los motores a full. Sentía mi cuerpo caliente, un incendio total, jamás había comparado con nada lo que se siente correr, esta vez ya sabía con que podía hacerlo. Y con todo lo que estaba sintiendo este momento solo se me vino a la mente Piper y nuestra primera vez. Combustión total.

Iba adelantando, esquivando autos, movimientos certeros, Stephan iba adelante de mi, mi objetivo era el. Pasarlo a él. Hice un cambio brusco en la palanca y acelere a tope, logre llegar a la par de el, volteé a verlo y nuestras miradas se quedaron fijas, desafiantes, solo eramos los dos en el carril.

Acelere más, y logre avanzar más que el. Si si, trágate mi polvo grité como si pudiera escucharme.

Estaba a un auto para ganar la carrera, era mi próximo objetivo, cuando de repente escuche sirenas. La policia. Mierda.

Baje la velocidad, Stephan me dio alcance.

Sígueme alcancé a oír.

Nos desviamos por un camino ya conocido por el seguramente. Estábamos escapando.

El ruido era infernal, veía a lo largo más autos, por todos lados, las sirenas se escuchaban muy cerca. Tras de mi venían más autos. Nos estaban pisando los talones.

Nos adentramos a unos depósitos abandonados. Estacionamos ocultándonos. Stephan bajo de su auto, me hizo la seña de que hiciéramos lo mismo, y lo hice. Vamos me dijo. Corre.

Salimos disparados, yo iba tras el, me iba indicando el camino. Subimos a unos contenedores, teníamos que subir muchos más.

El subía primero para darme la mano. El aire nos faltaba cada vez más, sobre todo a mi, no estaba acostumbrada a esto. Dios, tengo que hacer más ejercicio. Resistencia Alex, resistencia.

¡Alto ahí! No se mueva grito un oficial. Deténgase.

Stephan había desaparecido de mi vista.

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Buenos días solecitos. Feliz Miércoles.
Sorry, me quede dormida anoche. Ahorita es de madrugada y como me toca viajar, acá les dejo para mientras.

Acá les dejo la prueba de la parranda. Ah, y que sepan que soy mayor de edad. Así que puedo. 😎😉😉

 😎😉😉

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🌻♥️

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