Combustión

Freedom I Parte

Alex

Y aqui estoy, en el infierno. Mi vida desde que conocí a Piper ha sido una montaña rusa. Cuando creí que todo iba a mejorar, el cielo de nuevo nos cae encima.

La felicidad que estabamos sintiendo por estar juntas parece que es limitada, es como si nuestra felicidad estuviera encerrada en un frasco de vidrio, y de la nada alguien imprudente lo deja caer y se quiebra en mil pedazos.

Stephan habia llegado en total descontrol a mi casa, golpeando fuerte en la entrada, gritando, suplicando por Piper, su llanto no era de enojo, sino de desesperación.

Piper me dijo que no abriera, pero no pude. Siempre yo tomando malas decisiones. Y esta estaba a punto de cobrarse mi vida y la de Piper.

Stephan suplicaba a Piper perdón, lloraba como niño pequeño. Estaba golpeado y ensangrentado. Dos días habian pasado desde que Piper me trajo a casa, no sabiamos nada de el.

¡He perdido Piper!, he perdido y ahora vienen por mi, se lamentaba con dolor.

Piper lo veia con lastima, con compasión, con dolor. Le estaba curando las heridas de la cara, lloraba con el.

¿A que te refieres con que vienen por ti Stephan?, preguntó Piper, la verdad no entendiamos el porque.

Aposté el doble de lo que tenia. Hicieron trampa Piper, se justificaba en sus lamentos. Deje en garantía mi auto, y Luciano me dió dos días para pagarle en efectivo.

¡Vamonos Piper!. Huyamos. La tomó de los manos, viajando hasta su rostro y viendola a los ojos.

Empecemos de nuevo, te prometo que todo será diferente.

En ese momento mi corazón se exaltó, el miedo invadió mi cuerpo una vez mas, estaba a la expectativa de la respuesta de Piper.

Piper me volteó a ver, nuestras miradas se ahogaron la una en la otra, mis lagrimas estaban a punto de colapsar.

¡Lo siento! dijo.

Mi cuerpo se paralizó. "Me estaba dejando".

Sus ojos parecian un rio caudaloso, las lagrimas no cesaban, desbordaban por sus mejillas.

Se levantó del sillón, soltó las manos de Stephan y se dirigió hasta mi.

"Este era el fin de nuestra historia".

Me tomó del rostro, y dejó el beso más dulce que he recibido de ella.

Te amo Alex, y eres todo lo que quiero en esta vida.

¡Lo siento Stephan!. No puedo ir contigo. Me tomó de la mano y entrelazó nuestros dedos volteando a ver a Stephan.

No podría decir lo que sintió Stephan. No dijo nada, no le dió tiempo de nada.

En un abrir y cerrar de ojos la puerta de mi casa habia sido atravesada abruptamente.

Todo el alivió que a penas se estaba asomando en mi cuerpo por las palabras de Piper, se esfumaron con temor al presentir todo lo que se venía encima.

Stephan se levantó temeroso del sillón. Piper me puso detras de su cuerpo para cubrirme. ¿De que?, ¿de quien?

Piper empezó a temblar, esto no es bueno. No entendía nada aún. Yo solo sentía miedo. Me aferré de la cintura de Piper, queriendo cambiar de posiciones y protegerla a ella, pero no me dejó. Volteó despació a mi rostro y en un susurro me ordenó que me quedara quieta.

Nuestros cuerpos retrocedian mientras mirabamos como los hombres enfocaban su atención en Stephan. El pánico en sus ojos era visible, a tal grado que si se pudiera, el sentimiento tomaria forma, saldría de su cuerpo e iría a algun rincón de la casa a llorar como un niño.

¿A donde ibas Stephan? Preguntó uno de ellos.

Yo... yo, balbuceaba tembloroso.

¿Tienes mi dinero?. Tu tiempo ya acabó. Y sabes que no me gusta esperar, afirmó.

Dame mas tiempo por favor, suplicó

Luciano, dijo Piper llamando su atención. Mis sentidos se alarmaron al escucharla hablar.

Ya tienes su auto, quedate con el, ¿que mas quieres?

Mis puños se apretaron más de lo que estaban al ver que el tipo volteó a vernos, a Piper.

Piper, cariño....

"¿Cariño?" que imbecil, ¿que se cree?. Piper me apretó más, en señal de que me calmara, seguró sintió a traves de mi cuerpo lo que estaba pensando. Me habia leido la mente.

Sabes que este negocio no es asi Piper. Quiero mi dinero, y hoy era su ultimo día.

Hice intento de decir algo, pero Piper nuevamente me dio la señal de que cerrara la puta boca.

La intensión fue descubierta. Luciano fijo su atención esta vez en mi. Volteó a ver de nuevo a Piper con una sonrisa diabolica.

"Dios" No.

¡Vamos!, dijo Luciano. Llévense a la rubia, ordenó glorioso.

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Hola hola hola solecitos.
Feliz Viernes. Por acá andamos hoy.

Les dejo la primera parte del final de esta historia.

🌻♥️