Amor sin limites

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Alex

Desde que conocí a Piper mi vida cambió, la incertidumbre había pasado a formar parte de mi estado mental. No había momento donde no la pensara y deseara a estar con ella.

Lo peor de todo es que no sabía nada de la vida de ella, ¿como una persona puede llegar a amar a alguien en tan poco tiempo y sin conocer nada de ella?. No lo se, y no me iba a rebanar el cerebro pensando en ello. Era lo que era. Yo amo a Piper, y haría lo que fuera por ella. Yo se que me oculta algo, y de alguna manera tengo que saber que es.

Ya no había vuelta atrás. Estaba decidida a saber que era, y de la manera que fuera. Esa tarde regrese al taller a buscarla, no la llame. Tenía la esperanza de que ahí algo sabría, al menos donde vive. Con algo de dinero la gente habla.

Mi plan no salió a como lo pensaba, sino mucho mejor. Vi como Piper salía con unos tipos. Me dispuse a seguirlos. Aunque me doliera lo que descubriera, tenía que saber algo más de ella.

Iba a una distancia prudente, mi mente divagaba entre pensamiento y pensamientos de lo que podía ser todo esto. ¿Quienes eran esos tipos?¿que hacía Piper con ellos?

Llegue a un lugar abierto, la multitud era sorprendente, autos de carrera por doquier, me estacioné algo lejos, solo para observarla. La seguía con la vista, cada movimiento. Tenía miedo. Yo amo a esa mujer. ¿Como puede ser posible?

Quería ir con ella y preguntarle todo. Pero mi inseguridad pudo más, mi miedo a darme cuenta algo que me dolería me hizo abandonar el lugar.

Me fui directo a mi departamento, no quería estar con nadie. Me justifiqué con Matías con asuntos de la boda. Al menos tenía excusas creíbles.

Llegue desorientada, dudosa, y temerosa de todo lo que sé venía. ¿Como iba a afrontar todo lo que me estaba pasando?. Caí muerta en mi cama.

No se cuantas horas después escuché mi celular sonar, me volteé a tomarlo y me fijé que tenía muchas llamadas perdidas de Piper. Devolví la llamada con nervios a que no me contestara.

Hola, Piper. Dije adormilada. Lo siento, estaba dormida.

¿Donde estas Alex?, quiero verte, necesito verte, la sentí muy preocupada y desesperada. Su voz estaba quebrada.

¿Qué tienes Piper?, ¿te pasó algo?, alcancé a decir.

¡Por favor Alex! Empezó a llorar.

Estoy en mi departamento Piper. ¿Donde estas?, iré por ti. Yo también tenía ganas de llorar con solo haberla escuchado.

¿Amor?, esperaba con suspenso su respuesta. ¿Piper, Piper...?

Estoy aquí afuera dijo al fin. Salí corriendo de la cama desesperada para buscarla. Mi corazón estaba a mil por hora. No me importaba lo que había visto hoy. Yo solo quería a Piper.

Piper, amor, abrí la puerta con desespero.

Piper se me tiro encima llorando. La tome en mis brazos para consolarla. La arrastre conmigo, en mis brazos y abrazándola fuerte, con todas mis ganas para hacerle sentir que todo estaría bien.

No pregunté nada, ella no decía nada. Me reconfortaba el hecho de que ella estuviera aquí conmigo, que me llamara a mi, que a pesar de que estaba llorando como una niña, lo hacía en mis brazos.

Piper se aferraba a mi, empezó a temblar de tanto que lloraba, me empecé a preocupar de nuevo.

Piper, amor, ¿que te pasa?, háblame, me estás preocupando, ¿alguien te hizo algo?, dime, pregunté con calma para no incomodarla.

No Alex, dijo bajito. Solo abrázame por favor, y se aferró mucho más fuerte a mi cuerpo. No hice más que también derramar lágrimas junto a ella, abrazarla cada vez más fuerte. Bese su sien, le acariciaba el cabello. Quería moverme con ella para llevarla al sillón, pero ella no me dejó. Pareciera que no quería soltarse de mi abrazo. Hundía más su rostro en mi pecho.

Decidí cargarla a horcajadas para llevarla a mi cama. No se me ocurría que más hacer. No puso resistencia, y posó sus brazos al rededor de mi cuello, arrecostando su rostro esta vez en mi hombro. Me besó el cuello, y mi cuerpo sintió una fuerte corriente eléctrica.

Llegue al cuarto, y me senté al borde de mi cama con delicadeza, no sabía que posición tomar, ella seguía aferrada a mi.

Piper, bebé... mírame por por favor, la tome del rostro para motivarla a que me viera, ella seguía a horcajadas mías.

Dime algo Piper. Me tienes en ascuas.

No dijo nada, solo acercó sus labios a los míos, me perdí en su mirada y me dejé consumir en lo que ella quería de mi. 

Me besó tiernamente, suave, gentil, un beso húmedo por tantas lágrimas derramadas, sus labios estaban suaves, paró por un momento robándome el aliento, mi rostro quedó suspendido en un suspiro pues deseaba seguir aferrada a su boca. Me tomó del rostro y empezó a repartir besos en mis ojos, mi frente, mis mejillas, mi mentón, mi cuello, mi nariz.  Yo tenía los ojos cerrados, tomando con amor sus caricias, era su manera de decir no se que.

Con la yema de sus dedos empezó a recorrer mi boca, luego sentí de nuevo sus labios, mordió mi labio inferior.

Te amo Alex. Te amo tanto....y Perdóname Amor. Lo siento tanto. Yo no quiero....

Cuando pronunció Te amo Alex, mis ojos se abrieron de par en par. Juro que mi corazón explotó y se volvió a armar cuando pronunció Te amo tanto.

Te perdono, dije. Sin saber que le tenía que perdonar. No me importa lo que sea. Le perdonaría todo a ella. Así hiciera pedazos mi corazón, le perdonaría las veces que fueran necesarias solo por estar con ella.

Me removí en la cama al espaldar para tener mejor confort. El estado de Piper era tan preocupante que no se por cuánto tiempo iba a estar pegada a mi. A como pude nos acomode siempre en la misma posición. Y esta vez empecé a quitarle la ropa, su chaqueta estaba empapada de las lágrimas. Mi intensión no era llevarla a la cama de esa manera, y ella lo sabía.

Su rostro ya estaba hinchado. No sabía si iba a dejar que me levantara para buscarle algo de ropa. Pero lo tenía que intentar.

Solo iré por algo de ropa, dije viéndola con amor. Le di un suave beso y me dejó ir.

Encontré lo más cómodo, una camiseta. Regrese a la cama, y me arrastre hasta llegar donde ella. Me quede de rodillas para que ella se acercara y cómodamente poder cambiarle el resto de ropa.

Sin apartar mis ojos de los de ella fui quitando pieza por pieza, lento, pausado. No tenía ninguna prisa. Desabroche su pantalón, le pedí que se pusiera de pie para poder quitarlo todo. Mientras descendía iba rozando su piel, vi en su rostro calma, me dio una sonrisa, se equilibró en mis hombros y me dio un beso.

Quite al fin la pieza de ropa, la tire por algún lado, y regrese a mi posición anterior. La tenía ahí de pie aún. La vi al rostro, y me dispuse a besar su intimidad por encima de sus bragas.

Te amo Piper. Eres mi adoración. Dije depositando otro beso.

La atraje a mi altura y la besé con todas mis fuerzas. "Si encuentras a alguien que amas en la vida, entonces aférrate a ese amor", y eso era lo que yo justo hacía con Piper.

Coloque luego la camiseta y me tumbe con ella en la cama, esta noche haríamos el amor de diferente manera. Más íntimo, más allá del sexo. Ambas estábamos perdida la una en la otra. Con nuestras miradas nos penetrabamos el alma, y estábamos seguras que cualquier barrera la superaríamos juntas.

No existía lugar donde más yo quería estar que en los brazos de ella.

Te amo Alex, no me dejes nunca. Sin ti moriría. Dijo Piper ya balbuceando del sueño.

Duerme amor. La bese con tanta adoración. No se si existía en el mundo amor más profundo que el que yo sentía por esta rubia. Daría mi vida por ella, y estoy segura que ella también.

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Aquí les dejo el otro solecitos. Espero hayan disfrutado el anterior. Agarrense duro porque sigue más drama.

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