¿Qué haces cuando estás vacío por dentro?
Recuerdo que cuando era niña me encantaba observar el cielo y preguntarme que había más allá. Hoy de grande, también. Mis pensamientos jamás cambiaron, pero siento que mis esperanzas de saber que hay detrás de nuestras vidas e historias, cesaron. Pero, a decir verdad, es lo que me mantiene con vida, la curiosidad. No quiero irme de este mundo sin saber a qué vine, para qué y por qué. ¿Quién es el responsable de nuestras vidas? ¿Por qué nos creó? ¿Para qué? ¿De qué le sirve crear para luego destruir?
Son tantas las preguntas que nos hacemos, pero irnos de este mundo sin saberlas es lo que más me frusta.
Ahora bien. Con el paso de los pocos años que llevo en este planeta, pude entender muchas cosas. Pude entender sobre física, pude entender sobre química, matemáticas, historia, literatura, y demás. Pero hay otras cosas que no puedo entender, una de ellas, como ya mencioné: la vida, o el propósito de vivir.
Sí, a la vida y también a las personas. ¡Ni siquiera a mí misma!
Suspiro y pienso: que complicado es entender...
